Ahanor, la capacidad de aprovechar el momento justo en el Atalanta
La humildad para saber esperar, la concentración necesaria para estar listo para todo y la misma hambre de demostrar que es grande entre los grandes. Honest Ahanor ya se ha adaptado a ese sentido del deber llamado Atalanta, donde, pese a las dificultades del equipo, nunca ha dejado de subrayar que no solo es fundamental para el futuro, sino también para el presente (y no únicamente por la inversión realizada).
A partir del duelo contra el Torino, Honest ha demostrado ser parte importante de la defensa del Atalanta: velocidad, dinamismo, presión, hambre y, sobre todo, una personalidad que, para un chico de 18 años, impresiona de verdad. En todo ello cuenta también el trabajo de Ivan Juric, un técnico que, pese a todo, tuvo el valor de darle la alternativa en la élite sin titubeos. Sin embargo, no fue ajeno al bache del equipo en caída libre, y las rotaciones también le alcanzaron. Se quedó en el banquillo ante Slavia de Praga, Cremonese y Udinese (algo que le costó críticas al técnico), pero ofreciendo grandes actuaciones cada vez que le tocó entrar: por encima de todas, los partidos ante el Marsella y la Juventus.
La llegada de Palladino ha aportado mayor serenidad también en torno a Ahanor que, pese a un talento enorme, sigue siendo un chico que debe aprender de los errores, como ocurrió en su estreno ante el Nápoles (su primer día gris del año). Además, tocaba fiarse primero de la experiencia atrás de Hien, Djimsiti, Kossounou y también Kolasinac. Pero Honest tiene la virtud no solo de aprender, sino de saber esperar su momento y exprimir cada minuto: desde el gol ante el Génova en la Copa de Italia hasta la capacidad para gestionar con mucha madurez la fase defensiva frente a un coloso como el Chelsea.
Llegará el momento en que Ahanor se adueñe del Atalanta, pero los grandes objetivos no se consiguen en un solo día, por mucho que el defensa del conjunto de Bérgamo haya quemado etapas como solo los verdaderos predestinados saben hacer, en especial los que trabajan con humildad.



