Gary Neville, en el punto de mira de los nacionalistas ingleses: "Me acusan de traición"
El ex defensa del Manchester United, Gary Neville, se ha situado en el ojo del huracán político y mediático tras retirar la Union Jack de una de sus propiedades. Un gesto simbólico, realizado el 10 de octubre, con el que pretendía protestar contra la deriva nacionalista y el uso político del símbolo británico. "La bandera se está utilizando de forma equivocada, por cincuentones blancos enfadados que quieren dividir el país", explicó Neville en redes sociales.
Sus palabras desataron la ira de la derecha más dura: militantes del partido ultraderechista Britain First desplegaron pancartas acusándole de "traición", mientras en Wembley, durante el Inglaterra–Gales (3-0), los cánticos "Gary Neville is a wanker" sustituyeron a los que habitualmente se dirigen al primer ministro Keir Starmer. Incluso el Salford City, del que es copropietario, vio cómo se suspendía un partido después de que varios aficionados invadieran el campo con banderas e insultos.
Para la profesora Karine Tournier-Sol, "Neville ha tocado un nervio. La enseña británica se ha convertido en un símbolo político, como en Francia: el patriotismo es hoy un campo de batalla ideológico". El fenómeno ha estallado con movimientos como Unite the Kingdom o la iniciativa Raise The Colors, que anima a exhibir banderas por todas partes. Acusado de estar "desconectado de la realidad" por Nigel Farage, Neville respondió con orgullo: "Jugué 85 veces con mi selección. Amo a mi país, pero debemos preguntarnos qué significa de verdad ser patriotas". El ex defensa recordó que ha dado trabajo a 600 vecinos de Manchester y que alojó a médicos en su hotel durante la pandemia. Pero para los más radicales, Gary Neville sigue siendo culpable de haber osado desafiar el nuevo culto a la bandera.



