SSC Napoli, sin gasolina: ahora, Udine con la Supercopa en el horizonte; Conte, obligado a (pocas) rotaciones

El SSC Napoli regresa de Lisboa con pocas energías y muchas heridas tras la derrota en Da Luz, pero el calendario no concede tregua. El equipo de Conte debe levantarse ya: el domingo espera el Udinese, luego la semifinal de la Supercopa contra el Ac Milan y, después, la visita a la Cremonese. Un tramo que pasará factura a un grupo exhausto, que encadenó cinco victorias seguidas —con triunfos de peso ante AS Roma, Atalanta y Juventus— siempre con el mismo once.

La noche portuguesa dejó al descubierto todas las fragilidades de un SSC Napoli que ha perdido intensidad y brillo. Las dos imágenes icónicas llevan la firma de McTominay: en el primer gol del Benfica, su salto tímido en el área allanó el camino a Rios; en el segundo, el centrocampista escocés persiguió desde lejos al propio Rios, incapaz de frenar su arrancada, que acabó en el golazo de Barreiro. Imágenes que delatan a un equipo corto de energía, en lo mental incluso más que en lo físico.

Pero el tour de force no espera: además de Udine y la Supercopa, el 28 de diciembre toca la Cremonese, y entre medias podría llegar también la final contra Inter FC o Bolonia. Conte tendrá que gestionar un centro del campo diezmado: Anguissa, De Bruyne y Gilmour no volverán hasta finales de enero, mientras que Lobotka apunta a la Supercopa, pero con pocos minutos en las piernas. A día de hoy, pensando en el Udinese, solo quedan disponibles Elmas y McTominay. Y Vergara, a quien quizá Conte se vea obligado a dar protagonismo. Como a Politano, Spinazzola y Juan Jesus. Rotar, en lo que se pueda, parece obligatorio.

Por eso el mercado de enero será clave. Un fichaje relámpago ya desde el 2 de enero sería el mejor regalo posible para Conte, que a partir de ahí afrontará ocho partidos en 24 días, entre Serie A, copas y Europa. Desde el 4 de enero, en el Olímpico contra la Lazio, arrancará un mes infernal: Hellas Verona, Inter FC, Parma, Sassuolo, Copenhague, Juventus y Chelsea. Un menú propio de un grande que el SSC Napoli solo podrá afrontar recuperando energía, convicción y algún refuerzo inmediato.