Serafini: "El Ac Milan, líder de la clasificación: no lo reduzcamos todo al azar, al destino, al culo"
El proceso es gradual, pero las señales son cada vez más claras: el Atalanta está recuperando a Gianluca Scamacca y gran parte del mérito es de Raffaele Palladino. El 2-1 ante el Cagliari, en el adelanto de la 15ª jornada de la Serie A, es una nueva confirmación de una resurrección que pasa, sobre todo, por los pies y la cabeza del ariete romano, otra vez decisivo con regularidad. Un triunfo que da continuidad a la noche europea frente al Chelsea, otro punto clave en la temporada del conjunto bergamasco, en la que Scamacca ya había mostrado que volvía a ser protagonista.
Los números hablan por sí solos: cuatro dianas en cuestión de días, cinco goles en liga desde noviembre (nadie ha hecho más que él y Lautaro Martínez) y la sensación de haber dejado por fin atrás los problemas físicos y un tramo complicado. Con la gestión de Palladino ha cambiado su papel en el equipo y, sobre todo, su actitud: más implicado, más seguro, más central en el proyecto. La inminente ausencia de Lookman, llamado para la Copa de África, abre un hueco importante: el ataque del Atalanta pasará inevitablemente por Scamacca, llamado a asumir galones y expectativas. Un examen clave también de cara a la selección italiana, donde la competencia es feroz.
El precedente que alimenta el optimismo es evidente. El míster Palladino ya ha demostrado que sabe relanzar a un ‘9’ en busca de reivindicación, como sucedió con Moise Kean en ACF Fiorentina (25 goles la temporada pasada). Hoy, Scamacca parece seguir la misma hoja de ruta: confianza, continuidad y centralidad táctica. Tiene todos los mimbres para convertirse en el ‘nuevo Kean’ de Palladino.



