Pafos FC, David Luiz: "A la Juventus le costará ganarnos. Yildiz es un fenómeno"

David Luiz se abrió en una larguísima entrevista a gazzetta.it, en la que abordó muchos aspectos de su pasado, su presente y su futuro, empezando por el duelo que disputará con el Pafos FC contra la Juventus: "En estos partidos hay que ser humilde. Sabemos cuál es nuestro nivel, pero eso no significa que vayamos a Turín a encerrarnos. La Juve es un gran equipo, pero les va a costar mucho ganarnos. Si nos mantenemos como bloque, sólidos y valientes, puede pasar de todo. Solo ante el Bayern pinchamos, pero ese partido nos sirvió de lección. Por lo demás, siempre hemos competido de tú a tú y será igual ante la Juventus".

¿Quién de la Juve le gusta?
"Yildiz es un fenómeno. Tiene un estilo increíble; me encanta verle. Pero la Juve también tiene a Thuram, además Conceiçao es rapidísimo, la defensa es sólida y Locatelli es experimentado. A Spalletti le conozco desde hace tiempo: sé cuánto ama el fútbol, es un trabajador, se pasa horas estudiando a los rivales. Siempre busca un plan para ganar dentro del propio partido".

Cuéntenos aquella vez en la que llamó calvo a Sacchi en directo.
"Aprovecho para aclararlo: no estaba borracho, soy abstemio. Fue un momento de pura euforia: acabábamos de ganar la Champions League. Al ver el vídeo, entiendo por qué alguien pudo pensar que iba borracho. A Sacchi le grité en broma 'careca', que en portugués significa calvo. Aquella noche en Múnich fue increíble".

Ancelotti, Di Matteo, Sarri y Conte. Ha tenido muchos técnicos italianos.
"Conte es un gran entrenador, muy pasional. Con él ganamos una Premier League. Con Sarri también tuve una relación excelente, pero para él al principio fue complicado. Intentaba implantar el mismo juego que había hecho en el SSC Napoli. Recuerdo que no dejaba de gritarle a Hazard: '¡Tienes que presionar!', y yo le decía: 'Míster, aquí hay que gestionar, hay otros jugadores'. Pero él respondía: '¡No, no me interesa!'. En los primeros 2-3 meses, durante los viajes en tren, le veía tirar trozos de papel al suelo diciendo: '¡Me voy, no me interesa!'. Cada día iba a su despacho para contrastar opiniones y él fumaba. Yo le hablaba tapándome la cara. A los tres meses, sin embargo, el equipo empezó a seguirle, y nosotros también. No por casualidad ganamos la Europa League".