Sticchi Damiani: ‘Dorgu, la operación que más orgullo me ha dado. ¿Umtiti? Pregunté si era un homónimo’
En la larga entrevista exclusiva concedida a TMW para repasar sus ocho años como presidente del Lecce, Saverio Sticchi Damiani habló también de la operación de mercado —entre las muchas cerradas junto al director Pantaleo Corvino— que más satisfacción le ha dado. Estas fueron sus palabras:
Hablemos del director Corvino: ¿cuál es la clave de vuestro éxito?
«Pantaleo es una persona a la que quise traer a toda costa. Nos conocemos de toda la vida, también más allá del fútbol. Tras el descenso a Serie B en plena COVID necesitaba a alguien en quien confiar. Le pedí, ante todo, volver a poner a salvo el club y, como objetivo subordinado, también conseguir resultados deportivos. Logramos ambas cosas y estamos muy contentos. Trabajar con él es sencillo porque compartimos la cultura del trabajo: para competir tenemos que trabajar veinte horas al día. En el fútbol es más fácil que ocurra el peor escenario, el más amargo; esa conciencia nos mantiene lejos de cualquier análisis superficial».
¿Alguna anécdota de mercado con Corvino que recuerde con especial gusto?
«Hay muchísimas. Una vez Pantaleo me dijo: ‘Presidente, ¿qué le parece Umtiti?’. Yo le pregunté si era un homónimo… Y él: ‘No, es él’. No había trampa. También hubo muchos futbolistas que al final no fichamos. Recuerdo, por ejemplo, cuando mandamos de vuelta a un jugador que ya había llegado al aeropuerto y posado para las típicas fotos de rigor, porque en la primera charla tuvo dos o tres salidas desafortunadas. Y todo eso mientras llevaba dos Rolex en cada muñeca. Entendimos que no era el perfil adecuado para nuestro Lecce. A otro no lo incorporamos porque tenía demasiados tatuajes. Y luego están las muchísimas operaciones cerradas en silencio, anunciadas en nuestros canales oficiales sin que nadie supiera nada».
¿Cuál es la operación de mercado que más orgullo le ha dado?
«Lo de Umtiti fue una operación extraordinaria: un campeón del mundo que aportó muchísimo a nuestro club. Pero la de Dorgu representa el modelo Lecce de 360 grados: lo fichamos de la cantera de un equipo danés, hizo un año en la Primavera y media temporada en Serie A, para luego ser traspasado al Manchester United por 38 millones. Es un símbolo de la calidad de nuestro club. Y negociar con el Manchester United es otro motivo de orgullo».
Algunas ventas en los últimos años han tocado el corazón de la afición, como las de Hjulmand, Strefezza y Baschirotto. ¿Cómo las recuerda en el plano humano?
«Digamos que Hjulmand era un chico joven que lo había hecho de maravilla, y estas decisiones nunca son sencillas. En lo humano, las más dolorosas fueron las de Strefezza, que estaba en el corazón de la ciudad, y Baschirotto. Ambas operaciones, sin embargo, tenían su lógica: Strefezza quería aprovechar la gran oportunidad, también económica, que le ofrecía el Como y merecía que le diéramos salida por lo que hizo con nosotros, y Baschirotto tuvo la ocasión de firmar un contrato largo con la Cremonese. Además, su venta abrió espacio a Tiago Gabriel, que este año lo está haciendo de cine pese a ser de finales de 2004, prácticamente de 2005».
El Lecce apuesta por los jóvenes: habéis traído a un 2008 para ponerlo de delantero titular.
«Camarda es un 2008 por el que hemos apostado de verdad. Lo hemos fichado para ser protagonista pese a la edad porque creemos en sus cualidades, en su potencial y en su recorrido. Creo que dar más espacio a los jóvenes italianos, quizá con incentivos económicos para quien les haga jugar, sería útil para los equipos de la Serie A y para la selección. Hay que tener valentía para poner en valor a nuestros talentos».



