Sin Vlahovic, Spalletti prescinde del '9': toque de atención para David y Openda

Privado de Dusan Vlahovic, que esta semana ha pasado por quirófano y estará varios meses de baja, Luciano Spalletti cambia el ataque de su Juventus. En el centro aparece Kenan Yildiz, el '10' del que la Juve no sabe prescindir, y que esta noche, en el feudo de Antonio Conte, actuará como falso nueve. La novedad táctica se veía venir y también puede obedecer al planteamiento en un partido en el que los bianconeri visitarán la casa de los vigentes campeones de Italia. Pero es, además, un mensaje bastante claro para un par de piezas de la plantilla, y quizá también para la dirección.

Doble desaprobación. Spalletti, de hecho, tiene no uno, sino dos jugadores para ese puesto: los tan discutidos Jonathan David y Lois Openda. De ambos, además (como ya hizo su predecesor, Tudor), el técnico toscano ha dicho que los ve mejor como delanteros centro. Y a los dos, el ex seleccionador les ha pedido sacar esas «caritas de cabrón» (palabras suyas), para exigir la mala leche que se le pide a un delantero centro de la Juventus. Picardía que, por lo visto, ni el canadiense ni el belga le han mostrado durante la semana. Ante el Udinese, sin ir más lejos, los goles fueron un tanto en propia puerta (de Di Palma) y el del capitán, Locatelli: demasiado poco para convencer.

Detrás de esta doble desaprobación hay una cuestión de fondo. A Vlahovic, en quien Spalletti confió al máximo hasta la lesión, se le acaba el contrato y, probablemente, hará las maletas a final de temporada, aunque la lesión puede jugar a favor de la Juve a la hora de reabrir las negociaciones. David y Openda, en cambio, están atados a la Vecchia Signora con contratos largos: el primero llegó libre, pero con comisiones de dos dígitos; sobre el segundo pesa una opción de compra obligatoria de 45 millones de euros. Sobre el césped, sin embargo, han hecho demasiado poco para convencer a Spalletti, que hoy le antepone al turco Yildiz en un rol que no es el suyo y mañana podría, aunque parece complicado, empujar a la cúpula a moverse en el mercado para cambiar su ataque.