Pura ciencia ficción: en San Siro, Italia necesita ganar 9-0 para dar la vuelta a la diferencia de goles

Italia se jugará el pase al Mundial 2026 en la repesca prevista para el 26 y el 31 de marzo. El 4-1 de Noruega en Oslo ante Estonia, unido al 0-2 en el Moldavia-Italia, ha ampliado aún más una diferencia de goles que ya estaba claramente desequilibrada a favor de los escandinavos antes de la jornada de ayer. A una jornada del final, la clasificación dice: Noruega 21 puntos e Italia 18; y, sobre todo, Haaland y compañía tienen de largo el mejor ataque entre las 54 selecciones europeas. Presentan un +29 en el apartado de diferencia de goles gracias a los 33 tantos a favor y solo cuatro en contra. Los escandinavos promedian casi cinco goles por partido: exactamente 4,7. De esos 33 tantos, Haaland ha firmado catorce; Thelo Aasgaard y Alexander Sørloth llevan cinco cada uno. También han visto puerta Ajer, Donnum, Myhre, Wolfe, Nusa, Odegaard y Ryerson. Una marcha arrolladora.

Números así hacen insuficientes las seis victorias seguidas de la selección italiana tras la derrota de Oslo porque Italia, a tres puntos en la tabla, llega al duelo directo final con un +12 en la diferencia de goles. Ese es el segundo criterio que se aplica en caso de empate a puntos.

La brecha es abismal y por eso la clasificación matemática que Noruega aún no ha certificado para sellar el billete al Mundial es hoy poco más que un detalle. Solo falta plasmarlo sobre el papel. Sí, porque para dar la vuelta a la actual diferencia de goles dentro de dos días en San Siro, Italia tendría que ganar a los escandinavos por nueve tantos de diferencia. En ese caso, la selección italiana se iría a +21 y Noruega bajaría a +20. Un escenario irreal: pura ciencia ficción.