Palladino ha devuelto la serenidad a la Atalanta: ahora la remontada nerazzurra es posible

Si hay una palabra clave que define a esta Atalanta es, sin duda, una: serenidad. La Dea, hoy, es como un cruasán caliente por la mañana antes de ir a trabajar, el sol abriéndose paso entre las nubes, un padre que te reconduce al buen camino cuando todo parece envuelto en niebla, o esa aguja y ese hilo de un sastre que entran en acción cuando toca remendar un desgarro.

Raffaele Palladino, en el fondo, es como un sastre al que la familia Percassi le ha confiado un traje nerazzurro (es decir, la Atalanta) con muchos desgarros, fruto de una suma de factores. Para una prenda tan prestigiosa y para devolverla a su esplendor, al 'míster' Palladino le basta con entender el patrón anterior y añadir, claro, algún toque propio: reajustar los cortes clásicos, con delicadeza, armonía y la convicción de que todo puede volver a ser como antes, además del entusiasmo por rescatar ese prestigio.

La Atalanta de Palladino es todo eso, y no va principalmente de resultados. Sí, la segunda parte ante el SSC Napoli, el partido extraordinario frente al Eintracht Frankfurt y el duelo bien trabajado ante la ACF Fiorentina han dado un buen empujón. Sin embargo, lo que de verdad se percibe en el ambiente está en los detalles: las sonrisas entre compañeros, el individualismo que deja paso al colectivo, el coraje para ir a por el rival, la eficacia en esos detalles que antes costaba ejecutar, el apoyo constante y, sobre todo, el entusiasmo que permite levantarse en los momentos difíciles, siempre que se trabaje con humildad y dedicación.

Un equipo que se reconoce en su propio juego, practicando un fútbol sencillo y eficaz, donde ahora las certezas ya no son solo apuntes de la crítica. Queda mucho trabajo por delante y habrá que encadenar alguna racha para volver a meterse en la pelea por Europa, pero hay algo seguro: Raffaele Palladino ha tocado las teclas adecuadas para recuperar ese hilo conductor que siempre ha distinguido a la Atalanta, y ahora la escalada ha comenzado.