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Marotta: "Me sorprende que aún haya quien se sorprenda de Chivu. Algunos evocaban a Mou, con todos los respetos..."

Marotta: "Me sorprende que aún haya quien se sorprenda de Chivu. Algunos evocaban a Mou, con todos los respetos..."TODOmercadoWEB.es
Hoy a las 14:08Serie A
Alessio Del Lungo

Giuseppe Marotta, presidente del Inter, habló ante los estudiantes con motivo del máster executive "Management dello Sport" organizado por la RCS Academy Business School. El número uno del club nerazzurro contó, como recoge gazzetta.it, también algún detalle de trastienda: "Recuerdo que en 1983 el presidente de entonces, Pellegrini, me pidió que fuera al Inter como pequeño mánager. Pero a él le gustaba ocuparse directamente de la gestión, así que estoy seguro de que, si hubiera aceptado, hoy no sería presidente. No hace falta correr: hay que alcanzar los objetivos con calma y saber gestionar los momentos. Mi cumbre personal la alcancé en la Juve: tenía casi 60 años y un dominio total de mis capacidades profesionales".

Cuéntenos sus inicios.
"Salí de Varese gracias a una circunstancia favorable: vivía cerca del estadio. Me empujó la pasión. Con 6-7 años asistía a los entrenamientos del Varese, que entonces jugaba en Serie A. Era la mascota. Así aprendí a negociar: hablé con el utillero para que me diera un chándal a cambio de limpiar las botas, desinflar balones, ayudar a lavar la ropa. A los 18 terminé el bachillerato clásico y firmé mi primer contrato como dirigente, dejando a un lado la universidad: ahora la Bicocca me ha concedido un doctorado honoris causa, pero no pude licenciarme porque empecé a trabajar muy pronto. Con 19 ya era director de la cantera".

En su época el fútbol era distinto.
"Era un deporte muy diferente al de hoy, con sociedades cotizadas en bolsa. Entonces eran simples asociaciones deportivas dirigidas por un mecenas, el empresario local. En Varese, Giovanni Borghi, de los electrodomésticos Ignis, que por una deuda de gratitud con la comunidad devolvió algo volcando su apoyo en el deporte de la ciudad. Era una polisportiva: en el 68 el Varese le ganó 5-1 a la Juve. El baloncesto lo ganó todo con Dino Meneghin. Ciclistas de renombre internacional. Boxeo. Al final de temporada se llamaba al CFO para calcular las pérdidas; hoy el contexto es completamente distinto. El deporte, sin sostenibilidad, no tiene sentido; el modelo del mecenazgo ya no existe. Luego los clubes se convirtieron en Srl, con conceptos jurídicos diferentes. Hay que rendir cuentas al código penal, al civil y a la justicia deportiva. También cambió el organigrama, con apariencia de empresa 'clásica' y no solo deportiva. Entraron competencias industriales y financieras. Antes el objetivo era el éxito deportivo costara lo que costara; hoy la sostenibilidad obliga a respetar primero los equilibrios financieros. La pasión, eso sí, permanece. Y también la cultura del trabajo, que me llevó a aprender todo lo que sé. Pero hay mucha ignorancia: algunos directores deportivos confunden incluso el concepto de amortización... Aprendí mucho de Sergio Marchionne, CEO de Exor, aunque con la Juventus no tuviera nada que ver. Él defendía la política del cambio. Un líder es valiente, perseverante y debe saber escuchar".

Chivu hoy lo está haciendo muy bien.
"Me extraña que la gente se haya sorprendido de la valía de Cristian. Le elegimos porque representa valores importantes; hubo valentía para ir a contracorriente también a nivel mediático. Hubo incluso quien evocaba a Mourinho, con todos los respetos... Si no hubiera tenido coraje, me habría arrepentido".

El PSG ganó la Champions en el año en que perdió a Mbappé.
"La ecuación ya no es 'si gasto, gano'; hay que multiplicar motivación por competencia. Y eso es lo que han hecho los franceses, cambiando el modelo de referencia: se acabaron los grandes nombres, toca invertir en jóvenes talentos".

¿Algo que le haya costado hacer?
"Estaba en la Sampdoria, a la que llegué después del Atalanta, donde estaba de maravilla, atraído por la posibilidad de devolver a la Samp de la B a lo más alto. Así acepté la propuesta del doctor Garrone con mucho coraje, bajando de categoría. El entrenador era un grandísimo amigo mío, con el que había estado en el Venezia FC (Gianfranco Bellotto, ndr). Llegué, nos saludamos y le dije que no pensaba seguir con él. Luego le ayudé a encontrar equipo".

Por último, hablemos del tema estadio.
"Para los viejos románticos, pensar en tirar San Siro abajo provoca amargura y nostalgia. Yo mismo entré por primera vez en 1966… Ha sido un contenedor de enormes emociones. Pero así no se tiene en cuenta la innovación, que también pasa por la modernidad. Hay que cumplir con los criterios que debe tener un estadio: seguridad —que ahora no hay—, acogida, poder estar en el estadio todo el día con entretenimiento de todo tipo y sentido de pertenencia. Tener una casa propia. Una reforma no era imaginable y se ha llegado al derribo. Pero hay que hacerlo sí o sí. Un estadio nuevo aporta beneficios directos e indirectos: dejar de tener una catedral en el desierto para contar con un punto de referencia también entre semana, dar vida a actividades sociales. Hoy estamos a la cola. Ingresamos 80 millones al año por los días de partido; el objetivo del Real Madrid es superar los 500 millones".

¿Qué les aconseja a los estudiantes?
"Insistid, porque hay espacio y en el mundo del deporte somos acogedores. Debéis ser optimistas: hay puestos de trabajo..."

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