Los dos toques de atención de Dimarco deben hacer reflexionar al Inter FC y, sobre todo, a Cristian Chivu

Ha dado la cara, como tantas veces, Federico Dimarco. Tras el sufrido 2-1 del Inter FC ante el Kairat Almaty, el carrilero interista celebró, como es lógico, los tres puntos, pero también dio un tirón de orejas a sus compañeros por un arranque demasiado blando frente a un rival claramente inferior en lo técnico.

Explicó Dimarco: «Tuvimos una actitud, no diría equivocada, pero sí subestimamos un poco al rival y fallamos cosas sencillas». Un análisis honesto, con gesto de fastidio, que debe hacer reflexionar al Inter FC y a su entrenador, Cristian Chivu, de cara a lo que queda de temporada. Porque ante los kazajos, al final, lo sacas adelante de una manera u otra; pero contra equipos mínimamente mejor armados, el riesgo de no salir bien parado es real y evidente.

El jugador continuó con otro aviso: «En cuanto empezamos a mirar demasiado lejos, perdemos puntos, como ya nos pasó en el pasado». Es decir: bien por la gran posición en la Champions League, bien por la marcha en Liga, pero hay que ir partido a partido. Porque el riesgo de proyectarse demasiado y perder el contacto con la realidad está ahí. Y el Inter FC, en esta fase del curso, no puede permitírselo.