La poca pegada pasa factura a la AS Roma. Y qué maldición con los penaltis

La AS Roma desaprovecha una ocasión de oro en San Siro. Con una victoria contra el AC Milan, el equipo de Gian Piero Gasperini habría podido colocarse líder en solitario, por delante del SSC Napoli. En cambio, los giallorossi regresan de Milán con mucho pesar por el resultado, pero también con la confianza de poder competir de tú a tú con un conjunto más armado.

El arranque fue de dominio absoluto: en los primeros 35 minutos, la AS Roma metió al AC Milan en su propio campo, monopolizó la posesión y generó al menos cuatro ocasiones clarísimas. Sin embargo, como ya ha pasado varias veces esta temporada, el conjunto capitalino no acertó para ponerse por delante, evidenciando de nuevo poca puntería de cara a puerta. Y, como suele pasar, llegó el castigo: en la primera contra seria de los rossoneri, Leao se escapó por la izquierda, puso el centro y Pavlovic, en el área pequeña, firmó el 1-0 que dejó tocados a los giallorossi.

En la reanudación la AS Roma acusó el golpe, pero en el tramo final tuvo la opción de equilibrarlo todo. Una mano de Fofana le regaló a Dybala la oportunidad desde el punto de penalti, pero el mediapunta argentino se topó con Maignan. Otro penalti marrado —tras los tres fallados de forma consecutiva ante el Lille— alimenta la maldición desde los once metros. Es el primer error de Dybala como giallorosso: hasta el partido de anoche, de hecho, la Joya era infalible desde los once metros, con 18 de 18. Y, para colmo, más malas noticias: al ejecutar el penalti, Dybala sintió un dolor en los isquiotibiales de la pierna izquierda y tuvo que pedir el cambio. El primer diagnóstico apunta a un problema muscular y las sensaciones en caliente no invitan al optimismo. Gasperini, en el pospartido, ya avisó de que difícilmente se verá al argentino antes del parón de selecciones. Otro mazazo para una AS Roma que sale de San Siro con cero puntos, un nuevo percance físico y muchos lamentos.