El Torino, de nuevo en el punto de mira: nadie encaja más goles en la Serie A. Y en Lecce puede volver Israel

Otros cinco goles encajados, la defensa del Toro vuelve a quedar retratada. O, mejor dicho, todo el conjunto granata vuelve a ser el blanco de las críticas: cuando te caen humillaciones así, las responsabilidades se reparten a partes iguales. Hay quien señala a los jugadores, quien apunta a Marco Baroni, pero también el presidente Cairo y el director deportivo Vagnati siguen en el punto de mira de la protesta, entre el estadio y las redes.

El caso es que, tras la manita encajada ante el Como, el Toro ha vuelto a ser la peor defensa del campeonato: había reaccionado con dos porterías a cero seguidas fuera de casa, en Bolonia y en el derbi del Allianz Stadium contra la Juve, pero los cinco goles recibidos elevan el total hasta 21. Un registro peor que el de Udinese, estancado en 20, y también que el de los que hoy bajarían: Hellas Verona con 18 y la pareja Genoa-ACF Fiorentina en 19. Baroni alzó la voz en el Filadelfia y ahora espera respuestas ya pensando en la salida a Lecce, con la esperanza de recuperar efectivos.

Porque ante el Como se vio el inédito trío Tameze-Maripan-Masina; ahora el objetivo es recuperar a Coco e Ismajli: con el ecuatoguineano hay optimismo, con el kosovar se procede con la máxima cautela, teniendo en cuenta su historial de problemas musculares. También en la portería se valoran cambios: tras la manita encajada por su compañero Paleari, ahora Israel quiere recuperar el sitio que dejó primero por lesión y después por decisión técnica. Lo que sin duda debe cambiar es la actitud de todo el Toro, porque humillaciones así no pueden repetirse. En 12 jornadas de Serie A ya han caído dos manitas, ante Inter FC y Como, en el segundo caso con el agravante de haber jugado frente a su propia afición en el estadio Olímpico Grande Torino. En la era Cairo, sin embargo, se ha repetido demasiado a menudo: los granata se han llevado al menos cinco tantos en casa en hasta cinco ocasiones en las dos décadas con el editor de Alessandria al mando, mientras que entre 1960 y 1993 solo pasó una vez.