Daniel Maldini, muchas dificultades en el Atalanta: ¿con Palladino logrará destaparse?

Son muchos los jugadores que Palladino tendrá que relanzar en el Atalanta: sobre todo en ataque, donde la Dea cuenta con un frente ofensivo competitivo pero con la pólvora mojada. Se habla mucho de Krstovic y Scamacca, pero entre los atacantes también sobresale ese Daniel Maldini al que Raffaele hizo florecer en Monza: un futbolista que, a día de hoy, no está exento de límites y serias dificultades.

El verano de Daniel Maldini en el Atalanta partía del sprint final del pasado campeonato y del regreso a su demarcación natural tras los apaños como nueve (por la lesión de Scamacca). Las sensaciones eran buenas para vivir con Juric un papel protagonista, aunque seguía demasiado verde en ciertos aspectos: sobre todo en los momentos clave, cuando se necesitaba una chispa suya para iluminar a la Dea. Todo arranca en la segunda parte ante el Pisa, donde pasó de generar mucho a fallar un gol clarísimo ante el portero; después llegó el error contra el PSG que abrió el póker francés en Champions League, y a partir de ahí una serie de pequeñas apariciones en las que el 70 del Atalanta no estuvo a la altura: un contexto en el que el hijo del ex emblema del AC Milan había perdido no solo su chispa en ataque, sino también esa garra que en el campo nunca puede faltar.

La pregunta es obligada: ¿resurgirá Maldini con la llegada de Palladino? Cuando Daniel estuvo a las órdenes de Raffaele en Monza, disputó 11 partidos y marcó 4 goles (uno de ellos al Atalanta), y su ubicación variaba entre mediapunta en un 4-2-3-1 e incluso delantero por fuera: sin alejarse demasiado del modus operandi atalantino. Eso puede convertirse en una ventaja importante, pero todo dependerá de la voluntad y la dedicación del chico para ganarse un sitio en el Atalanta; su prioridad será interiorizar el ADN del equipo y el espíritu de sacrificio, un aspecto en el que Daniel debe mejorar. No es nunca tarde para destaparse en Bérgamo (que se lo digan a Miranchuk, que se soltó cuatro años después de su fichaje), pero tocará remangarse, como deberá hacer todo el equipo.