Chivu, nunca banal tras los partidos: tras hablar de los árbitros, ahora también asume sus responsabilidades
Habían dado que hablar, en sentido positivo, las palabras que Cristian Chivu pronunció tras la derrota ante el SSC Napoli en el Diego Armando Maradona, un partido marcado por el error de Mariani al señalar un penalti por un contacto entre Mkhitaryan y Di Lorenzo.
En un momento en el que el presidente, Beppe Marotta, se había expresado con dureza, el técnico del Inter FC optó por rebajar el tono: "El club tiene derecho a hacer lo que crea conveniente; yo, como entrenador y por coherencia con lo que siempre he dicho, no voy a venir aquí a quejarme nunca. Tengo dignidad y una manera de entender el fútbol distinta a la de otros. Estoy intentando cambiar las cosas, aunque a veces parece que peleo solo. En Italia estamos acostumbrados a llorar, a quejarnos, pero no hay que hacerlo: hay que evolucionar y hacer las cosas como toca", explicó el técnico rumano.
Ayer, tras el triunfo del Inter FC, aunque con una actitud demasiado blanda ante un rival inferior como el Kairat Almaty, Chivu asumió su parte de culpa sin esconderse: "Me hago responsable: como entrenador quizá no he sido capaz de transmitir la motivación adecuada y la actitud, que es clave en un partido así. Pero esta es también la enésima vez que jugamos cada tres días; no es una excusa, es un hecho. Podíamos y debíamos hacerlo mejor, aunque me quedo con los tres puntos, que son buenos para la clasificación y pensando en que el nivel de los rivales irá subiendo". Otra comparecencia pública clara, rotunda. Que explica aún mejor tanto al Chivu entrenador como al Chivu persona.



