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¿Se necesitan futbolistas distintos? (II)

¿Se necesitan futbolistas distintos? (II)TODOmercadoWEB.es
jueves 5 noviembre 2020, 01:00Editorial
de Manuel Rodríguez
Todavía no he visto ningún grillo que pese doce kilos”. (Doctor Avelino, médico UDS 1964)

El debate está planteado, ¿talento o fuerza física? Tomo algunas ideas del artículo (José Luis Hurtado, Marca 15.10.2020) publicado a tenor de la figura futbolística de Adama Traoré que muchos tratan de ponderar fuera de lo común como si, de pronto, hubiéramos descubierto la quintaesencia del fútbol futuro. “¿Es un cuerpo para el fútbol? ¿Es una tendencia o una excepción? ¿Es el nuevo camino para este deporte? Especialistas de diferentes sectores hablan del físico de Adama Traoré y del futuro, del toque y del músculo”.

El preparador físico del Getafe, Javier Vidal, estima que el cuerpo de Adama “responde a una progresión. Tiene condiciones innatas o genéticas, pero habrá un trabajo detrás. El beneficio de ese trabajo es la potencia, su punto fuerte, y la velocidad. En el Barça B era rápido y ahora es más rápido gracias a ese cuerpo. No ha frenado su talento ni le ha hecho menos ágil. Antes se habría dicho que un cuerpo así era muy rígido”. (…) “Se dice que eso es de culturista, no de futbolista. En baloncesto, por ejemplo, sí se ven esos cuerpos, de 130 kilos, y van y vuelven. Hay un cliché con el futbolista, pero no hay ningún perjuicio. Si quisiera ser culturista también lo sería”.

Me refiero a los años sesenta (Siglo pasado) cuando los chavales del barrio Garrido en Salamanca, Grupo Sagrada Familia de la Caja de Salamanca, tratábamos de fortalecernos, con 14 o 15 años, transportando “a burro” al compañero y haciendo combates entre parejas con empujones y tracciones, arrastres, etcétera. También hacíamos la “carretilla” para trabajar nuestros brazos incluso competíamos en pequeñas carreras apoyando con las manos en el suelo y un compañero nos cogía por los tobillos levantándonos del suelo. Eran los juegos al uso y lo que más nos importaba era “congestionar” de trabajo nuestro tren superior, si los brazos se nos endurecían pensábamos que aquello funcionaba porque crecían de volumen. Mi amigo Lito disponía de un “cojinete” con el que ejercitábamos nuestros brazos (bíceps y tríceps poco desarrollados). En aquel grupo destacaban los hermanos Del Bosque, Fermín mi íntimo amigo y su hermano Vicente, ya destacaba técnicamente con el balón. Sin mancuernas ni pesos de otra naturaleza, ni gomas, ni cuerdas, ni otros implementos…

Vicente Calvo, preparador físico del tenista Feliciano López admite que Adama “no deja de ser sorprendente. Por ejemplo, Coman, el del Bayern, puede ser un animal, pero es una complexión parecida a la de un velocista”. (…)” El tren inferior no asusta, el superior, impresiona. Para otra posición sería inviable, iría en detrimento de su capacidad de resistencia. En el centro del campo se agotaría. En el extremo, por su potencia, funciona”. Escribió Valdano: “Toca saltar de la obsesión táctica a la física. A Adama Traoré que es una excepción, nos lo presentan como una tendencia. Ocurre en España, el país que hizo bandera de la técnica y el criterio colectivo. Para jugar al fútbol solo hace falta saber jugar al fútbol, y eso se logra en una cancha, no en un gimnasio. Se aprende a jugar jugando. Y luego se complementa al jugador táctica y físicamente…” (…) “Disfrutemos con Adama, pero no empecemos otra vez a confundir el fútbol con el atletismo”.

Recuerdo que, con 16 años, me hacían entrenar con un buzo de plástico y un chándal de algodón para no engordar (170 centímetros y 74 kgs., de peso). En cierta ocasión, pregunté al Doctor Avelino, médico de la U.D. Salamanca, si era bueno que los futbolistas comiéramos buenas ensaladas de lechuga y tomate. Y con sorna, me contestó: “Todavía no he visto ningún grillo que pese doce kilos”. O sea, un pragmático de la alimentación. También es bueno escuchar a Vicente del Bosque: “Sobre Adama hay que tener paciencia. No hay que enamorarse de un jugador por un partido”. Sin embargo, el propio futbolista ha aclarado que en sus formas hercúleas no han participado “las pesas”. Luis Aragonés siempre dijo que el futbolista español no tenía “preparación física de base” hasta que en 2008 encontró las claves del éxito.