Siempre se vuelve a donde uno fue feliz, pero Petrachi tiene un reto muy complicado

"Hoy muchos dicen que quieren quedarse, pero me lo tienen que demostrar". Gianluca Petrachi tiene un papel muy complicado como director deportivo del Torino FC. Porque debe recuperar una solidez perdida en los últimos meses, con la clasificación apretando: apenas cuatro puntos de colchón sobre el Pisa SC, antepenúltimo, mientras Hellas Verona y ACF Fiorentina se escapan. "Si un chico no siente lo que es el Toro, tiene que comprenderlo. Perder o ganar no es lo mismo. Ahora arrancarán todas las conversaciones con los jugadores: quiero saber quién quiere quedarse y quién quiere salir. Ayer hablé con algunos, pero de forma rápida, porque lo más importante era hablar con el entrenador".

El problema es que Urbano Cairo, en la primera etapa de Petrachi, quería seguir como presidente del Torino FC. No quería vender. Ahora quizá se plantea esa opción, aunque aún no haya dado el paso definitivo. Hace dos años llegaron ofertas algo por encima de los 100 millones de euros, pero la tasación rondaba el doble, lo que dinamitó cualquier negociación. Esa valoración se desplomaría de forma dramática en caso de descenso a la Serie B, un fantasma a evitar a toda costa.

Así, Petrachi ha regresado con un encargo aún más exigente que el anterior. Por eso no será nada sencillo ejercer de nexo, crear química y pensar en un futuro brillante a corto plazo. El momento no es fácil, aunque no al nivel de ACF Fiorentina.