Pisa y Lazio comparten el mismo problema: la sequía goleadora. 0-0 en la Cetilar Arena

El Pisa vuelve a aplazar el estreno victorioso, mientras que la Lazio no logra darle continuidad al triunfo ante la Juventus. Mejor el conjunto pisano por juego y por número de ocasiones, pero el equipo de Gilardino arrastra un problema llamado definición, y el cierre de la novena jornada de la Serie A volvió a dejarlo claro. Mismo mal para los de Sarri: lo intentaron con Isaksen, un misil lejano de Basic se estrelló en el palo y poco más, al menos en el área rival. El 0-0 final no deja satisfecho a nadie.

Media hora del Pisa y luego despertó la Lazio
Nada más arrancar, el Pisa se adueñó del balón. La Lazio se mostró inusualmente temerosa, mientras el equipo de Gilardino salió valiente a mandar. La primera ocasión clara, como era de esperar, fue local: en el 7', Nzola dentro del área descargó para Tramoni, que, desde la frontal, remató pero envió el balón claramente fuera. El mayor susto para la zaga capitalina llegó en el 25': Cuadrado recortó hacia su derecha y sirvió a Touré dentro del área; éste apareció solo en el segundo palo, mano a mano con Provedel tras un fallo de Pellegrini, pero incomprensiblemente la echó fuera. Ese aviso despertó a la Lazio, que a partir de la media hora se puso seria. En el 29', Isaksen definió demasiado centrado ante Semper tras una gran acción de Zaccagni en el área, y en el 36' Basic soltó un latigazo desde la distancia que, con la mano del portero, se estrelló en el palo. Dos avisos venenosos de los de Sarri antes de un cierre más equilibrado.

Los cambios de Gilardino pesan más que los de Sarri
En el descanso, ambos técnicos movieron piezas en busca de una sacudida, pero las decisiones de Gilardino pesaron bastante más que las de Sarri. El Pisa regresó con otro aire y, tras un tiro desviado de Isaksen en el 63', consiguió encerrar a la Lazio en su campo en busca del gol de la victoria. Clarísima de cabeza para el recién ingresado Moreo, que, a la salida de un córner botado por Aebischer, obligó a Provedel a una gran parada en el 63'. También Touré conectó un testarazo en el 77', pero otra vez su intento se perdió por la línea de fondo. Moreo volvió a amenazar en el 80', aunque Romagnoli le negó el gol con un cruce providencial dentro del área. Nada que hacer para Nzola y compañía, que al final tuvieron que conformarse con un punto. Quedó patente el bajón físico de la Lazio tras el descanso, comprensible por la cantidad de lesionados y tocados, pero que igualmente invita a la reflexión.

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