El SSC Napoli zanjó cualquier duda: la Supercopa de Italia se la llevó el equipo que demostró ser más fuerte
Como apéndice de la temporada pasada, era lógico que terminase así. El SSC Napoli, que el curso anterior se ganó con todo merecimiento el Scudetto, cierra el curso con otro título. El 2-0 ante el Bologna FC esconde un partido serio, duro y de mucha calidad del equipo de Antonio Conte. Más allá del marcador a favor, firmó una demostración de superioridad especialmente marcada. Y eso que, hasta pocas horas antes del pitido inicial, casi nadie vaticinaba un triunfo cómodo de los de Conte.
En los 90 minutos destacó el nombre de David Neres, autor del doblete decisivo y de acciones de mucha clase. Pero, en realidad, todo el SSC Napoli salió reforzado de este triunfo que le dio la Supercopa de Italia. Porque el equipo de Antonio Conte dominó el campo de cabo a rabo, apenas concedió nada al Bologna FC y, de hecho, perdonó varias ocasiones claras que podrían haber llevado a un marcador mucho más abultado.
"Al final solo se recuerda al que gana", había explicado en la previa el entrenador del SSC Napoli. Así que, paciencia: Hojlund, Spinazzola y McTominay perdonaron varias veces el gol que habría cerrado el choque mucho antes. Lo que importaba era la victoria; de lo que se hablará es de la Supercopa de Italia, no de los números del marcador. Y el SSC Napoli, desde el estadio del Al-Nassr, sede de la final, se marcha con un trofeo más para la vitrina y, sobre todo, con muchas certezas recuperadas que le vendrán de maravilla también en la Serie A y en la Champions League.



