Casale Monferrato, la primera Cenicienta del fútbol, sigue viva... en una pastelería

Entre galletas y scudetti: cuando los krumiri cuentan el fútbol
En Casale Monferrato, el Museo del Fútbol de la estrella negra vive bajo una histórica confitería, donde el aroma de los dulces se mezcla con los recuerdos del primer milagro del fútbol italiano.

Era la primavera de 2016 cuando el Leicester City de Claudio Ranieri asombró al mundo al conquistar la Premier League, mostrando a todos el sentido oculto tras la etiqueta de 'Cenicienta' del fútbol. Aquella sigue siendo la última gran fábula del fútbol moderno, pero para encontrar la primera hay que retroceder más de un siglo. Precisamente en Italia, un país donde aún está permitido soñar, un pequeño equipo de provincia firmó una gesta similar, si no aún más heroica. Corría 1914 y lo logró el Casale Monferrato, una modesta formación piamontesa nacida con un objetivo: tumbar a las grandes potencias del Norte. Los de la estrella negra arrancaron la temporada 1913-1914 con un equipo competitivo y bien reforzado, superaron el grupo ligur-piamontés y dejaron fuera por un solo punto al Pro Vercelli, que hasta entonces había dominado el fútbol italiano.

En el grupo final del Norte de Italia, el Casale se midió al Genoa CFC, además de a Inter FC, Juventus, Vicenza y Hellas Verona FC. El conjunto de la estrella negra fue superando, una a una, a todas sus rivales y se ganó la gran final nacional ante la SS Lazio, campeona del Centro y Sur de Italia. La doble final no tuvo historia: 7-1 en la ida y 2-0 en la vuelta. El Casale conquistó así su primer y único Scudetto, convirtiéndose en la ciudad más pequeña de Italia, por población, que ha alumbrado un campeón nacional. Pero el sueño de la estrella negra había arrancado antes, en un amistoso de 1913 que causó sensación: el Casale, entonces un equipo amateur, derrotó al Reading FC, por entonces comparable al Liverpool actual. Aquel triunfo dio a los monferrinos la certeza de que podían atreverse con cualquiera. Ese recuerdo, sin embargo, no sobrevive solo en los libros de deporte. Hoy se custodia en un lugar insólito: bajo una tienda de galletas. Lee el artículo completo en el nuevo número de TMW Magazine. Haz clic aquí