Bellanova, un 'tren de alta velocidad' reencontrado en Marsella: ahora toca darle continuidad en el Atalanta

Que la visita a Marsella se considere un punto de partida para el Atalanta es de sobra conocido, pero no es solo una cuestión de grupo: también afecta a varios nombres propios de los que es tan legítimo como necesario esperar más. Para llevar al Atalanta al destino "3 puntos" hace falta, obviamente, coger al vuelo un tren rápido que en Bérgamo lleva el nombre de Raoul Bellanova: un tren de alta velocidad que esta temporada ha sufrido más de un contratiempo en su recorrido.

La temporada pasada, Bellanova firmó una gran campaña: zancadas, desborde y liderazgo en una banda que elevó su nivel. Como es lógico, las grandes actuaciones traen nuevos récords: el dorsal 16 del Atalanta es, estadísticamente, el tercer mejor carrilero derecho del club en asistencias en una sola temporada (10) en los últimos 25 años, solo por detrás de Zappacosta y Conti.

La consigna de esta temporada era clara: continuidad. Porque, si por un lado los números ensalzan al carrilero, por el otro la montaña rusa de actuaciones no ha pasado desapercibida. Además, la llegada del míster Juric podía ser un plus, visto su gran pasado en el Torino a sus órdenes. Sin embargo, es más fácil hacerlo bien que repetirlo, y en este curso se ha visto a un Bellanova lejos de su techo: mucha zancada, sí, pero también altibajos, con errores groseros en la salida y en la circulación que a menudo obligaron a Juric a no exprimir del todo esa banda derecha que, con Raoul y CDK, marcó diferencias el curso pasado.

Y luego, ante el Marsella, resurge el Atalanta y, en consecuencia, él también, volviendo a ser ese futbolista tan veloz como determinante por la derecha: por medio, la asistencia para el gol (luego anulado) de Lookman. Un punto de partida para volver a correr a pleno rendimiento, teniendo en cuenta que las bandas han sido una de las mejores armas de un Atalanta que no quiere volver a llegar tarde, y Bellanova es el tren al que hay que subirse para viajar otra vez a toda velocidad hacia los objetivos más ambiciosos.