AS Roma, otra derrota en un partido grande. Y el problema ofensivo empieza a pesar

Otro examen de madurez que la AS Roma no supera. Tras saborear apenas una semana el liderato, el equipo de Gasperini tropieza en el Olímpico ante el SSC Napoli, que se impone gracias a un gol al contraataque de David Neres en la primera mitad. Una acción que desató la polémica, con los capitalinos furiosos por el contacto entre Rrahmani y Koné no sancionado por el árbitro Massa, que dio origen a la jugada decisiva. Más allá de eso, queda la sensación de una Roma que se atasca en los momentos clave.

Lo más preocupante es que esta derrota se suma a los tropiezos previos en los duelos directos ante Inter FC y AC Milan. En una liga tan abierta, donde nadie parece tener cuerda para escaparse, los partidos grandes marcan la diferencia. Para aspirar de verdad al Scudetto, la AS Roma debe subir el listón y demostrar que está a la altura cuando la presión aprieta.
Pero lo que más llama la atención es la esterilidad ofensiva mostrada ante los partenopeos. Pese a poner sobre el césped todas las opciones disponibles entre titulares y revulsivos, el equipo produjo poquísimo: la ocasión más clara para los giallorossi llegó ya en el tramo final, con un disparo de Baldanzi bien atajado por Milinkovic-Savic. La circulación fue lenta, previsible, plana: así explicó Gasperini en el pospartido lo visto de los suyos sobre el césped. Demasiado fácil para el SSC Napoli cerrar las líneas de pase e impedir que la AS Roma generara verdadero peligro. Además, el técnico fue claro: con el mercado a la vuelta de la esquina y las operaciones complicadas, el objetivo a corto plazo pasa por elevar el nivel del frente de ataque.

Una derrota que deja mal sabor de boca, pero que no condena a la AS Roma. El camino sigue siendo más que positivo y queda mucha temporada, pero para soñar de verdad en grande aún falta un paso más.