Kimpembe y sus primeros meses en Catar: nueva vida y sensaciones distintas tras 20 años
En Doha, lejos de los focos del fútbol europeo, Presnel Kimpembe ha recuperado lo que más echaba de menos en los dos últimos años: la normalidad de sentirse futbolista. Tres meses después de su adiós al PSG, el central francés ha vuelto a entrenar y a pisar el césped con continuidad en el Qatar SC, un regreso progresivo pero clave tras temporadas marcadas casi en exclusiva por las lesiones.
La despedida del PSG, anunciada en septiembre, fue pura emoción. Veinte años con la camiseta parisina, desde sus inicios en la cantera hasta la Champions conquistada en 2025, merecían un adiós especial. El Parque de los Príncipes le despidió con un homenaje intenso antes del duelo ante el RC Lens: tifo en la grada, niños, lágrimas y aplausos para uno de los símbolos de la era moderna del club. Una salida inevitable, pero nada sencilla, para un futbolista que hizo del PSG su casa.
En el Qatar SC, Kimpembe ha escogido un contexto menos exigente, pero ideal para recomponer cuerpo y cabeza. Tras dos temporadas en el dique seco, el central, nacido en 1995, no se marca metas grandilocuentes: volver a sentirse futbolista de pleno derecho ya es una victoria. Entrenamientos regulares, cargas controladas y la posibilidad de recuperar sensaciones con el balón sin urgencias. Ironías del destino, estos días Doha también alberga la Copa Intercontinental, con el PSG disputando la final frente al Flamengo. Kimpembe podrá cruzarse de cerca con su pasado, pero con otra mirada: más serena, consciente y centrada en una nueva etapa de su carrera. Por ahora, la sonrisa y el placer de estar sobre el césped valen más que cualquier trofeo.



