El Bolonia vuelve a tocar la cima medio siglo después: plantilla larga y rotaciones, la receta

El Bolonia ha vuelto a respirar el aire de la zona altísima de la tabla y, al pitido final del sábado en Udine, estaba incluso en el grupo de líderes, algo que el conjunto emiliano no experimentaba desde hace más de medio siglo, al menos en la Serie A.

Ninguna sorpresa: detrás de este Bolonia hay un trabajo orientado al salto de calidad que se viene gestando desde hace años, cuyo punto de partida puede fijarse en la llegada a Casteldebole del responsable del área técnica, Giovanni Sartori, que tras obrar los milagros en Chievo Verona y Atalanta tenía toda la intención de repetirse. Y va camino del tercero, perfectamente respaldado en la implantación de su filosofía de club por el resto de piezas, como el director deportivo Di Vaio y el consejero delegado Fenucci, principal interlocutor del presidente Saputo en el organigrama de la entidad.

Tras arrancar con el quinto puesto histórico logrado con Thiago Motta en el banquillo en 2023/24, el Bolonia está, si cabe, rindiendo aún mejor desde que el entrenador es Vincenzo Italiano. Más maduro y mejor arropado por el club que en sus tres años en la Fiorentina, el técnico nacido en Karlsruhe es ya una garantía, además del ingrediente secreto que hace explosiva la receta del Bolonia. Una propuesta de alta cocina que se apoya en dos elementos esenciales: el primero, aportado por la entidad, está en una plantilla que, quizá sin estrellas en el sentido más estricto, ofrece al menos dos alternativas de nivel por puesto, en algunos hasta tres; el segundo llega de la mano de Italiano, intérprete perfecto en la gestión de las rotaciones y el reparto de minutos, capaz de potenciar al máximo los recursos humanos que la dirección ha puesto a su disposición.