Osasuna, cada vez peor; Lisci, sincero: "Jugadores tocados, sienten los colores del club"

Por la zona de Osasuna hay más pesadillas que otra cosa. Los Rojillos están en plena caída libre y, de momento, no hay red de seguridad: solo asoma el abismo del posible descenso de LaLiga tras la derrota de ayer en casa ante la Real Sociedad (1-3). Ahora mismo, el equipo de Alessio Lisci es cuarto por la cola, a solo un punto de la zona de descenso y del Girona FC, con 11 puntos en 13 jornadas y un panorama preocupante.

Tampoco lo ocultó el técnico de Osasuna, admitiendo que no pueden "estar tranquilos" con el riesgo de caer a Segunda División. "Si lo analizamos en frío, en la primera parte deberíamos habernos ido al descanso 2-0 arriba. En la reanudación teníamos el partido controlado; los minutos posteriores al 0-1 fueron complicados. Tuvimos ocasiones y luego llegó un golazo y la expulsión", analizó el entrenador italiano en la rueda de prensa posterior al partido.

Situación compleja para él y para el equipo: "No podemos estar tranquilos. Hay que hacer más, trabajar y levantarnos para cambiar esta dinámica cuanto antes. Es una derrota que duele y alarga la mala racha. No está bien", reconoció Lisci. "Hay que mirarlo en frío. Estamos trabajando en ello, por todos los medios posibles". Y concluyó: "El vestuario está tocado porque los jugadores sienten los colores del club y la afición merece más. El estado de ánimo es de inquietud porque no estamos haciendo las cosas tan mal. Eso genera malestar en el equipo". En definitiva, ni mucho menos el escenario soñado en su primera temporada al frente de Osasuna para Alessio Lisci.