La DNCG afloja el control y el Olympique de Lyon podrá moverse en enero. Fonseca: "Señal positiva"

El Olympique de Lyon se prepara para enfrentarse al Le Havre en el último partido de Ligue 1 del año natural, con una mezcla de ilusión y preocupación. Tras el 2-1 ante el Go Ahead Eagles en la Europa League, que consolidó el liderato del club en la competición, el OL debe gestionar una plantilla mermada por lesiones y sanciones. Paulo Fonseca no podrá contar con Ainsley Maitland-Niles, sancionado, mientras que Orel Mangala, Malick Fofana, Ernest Nuamah y Tanner Tessmann siguen en la enfermería por problemas físicos, lo que reduce drásticamente las alternativas.

El técnico portugués ha subrayado la necesidad de reforzar el equipo en el mercado de invierno, con prioridad para un nuevo delantero. A día de hoy, las opciones en ataque se reducen a Martin Satriano y Pavel Sulc, pero el OL busca soluciones concretas para dar más fondo de armario a la plantilla. Entre los nombres sobre la mesa aparece el del joven brasileño Endrick, ahora mismo con dificultades en el Real Madrid, para una posible cesión hasta final de temporada. Sin embargo, las dudas en el club blanco y el futuro de Xabi Alonso podrían complicar la operación.

La decisión de la DNCG, que ha relajado las medidas de control sobre el club tras las dificultades financieras del verano, ha dado aire a Fonseca y a la dirección. El OL no solo evita nuevas sanciones, sino que gana más margen para moverse en el mercado. "Es una señal positiva -comentó Fonseca- porque demuestra que el club está trabajando bien para superar las dificultades". Ahora, el foco está en recuperar efectivos y cerrar refuerzos puntuales, con prioridad para un delantero y un defensa, para afrontar la segunda parte de la temporada con mayores garantías.