Gvardiol confiesa: "A los 16 años pensé en dejar el fútbol; quería jugar al baloncesto"

En agosto de 2023, Josko Gvardiol llegó al Manchester City procedente del RB Leipzig con la etiqueta del defensa más caro de la historia: 90 millones de euros, por encima de los 87 que pagó el Manchester United por Harry Maguire. Entonces solo tenía 21 años, pero sus cualidades ya estaban en boca de todos. Lo que pocos saben es que el croata, de adolescente, se planteó seriamente dejar el fútbol para dedicarse al baloncesto.

A los 16, Gvardiol estaba desilusionado. "Pensaba en dejar el fútbol porque me gustaba jugar al baloncesto. Ya no tenía claro mi futuro y no era feliz cuando iba a entrenar", contó a la BBC. Buscaba alternativas para recuperar la ilusión por el deporte, y todos sus amigos jugaban al baloncesto. Pese al sueño de ser profesional, el escaso protagonismo que tenía en la cantera del Dinamo de Zagreb le hizo dudar. "Quería jugar, pero no sabía hasta qué nivel podría llegar. Si hace unos años alguien me hubiera preguntado si me veía en el Manchester City en 2023 o 2024, habría dicho que no; era imposible".

Hoy, Gvardiol es una pieza clave en el sistema táctico de Pep Guardiola y, además, luce una inesperada faceta goleadora para un defensa: 11 goles en sus dos primeras temporadas en Inglaterra. Un recorrido que demuestra que talento, resiliencia y un poco de fortuna pueden convertir las dudas de la adolescencia en éxitos de récord, haciendo del croata no solo un pilar atrás, sino también una amenaza constante en el área rival.