El Liverpool, humillado por el Manchester City: más que el 3-0 preocupa la absoluta falta de reacción

Una humillación, otra más en esta temporada, que obliga a la reflexión. El 3-0 encajado en el Etihad Stadium dejó a un Liverpool irreconocible ante un Manchester City dominante en todas las zonas del campo. Ahogados por la presión e incapaces de salir con el balón jugado, los de Arne Slot ofrecieron su versión más desorientada, muy lejos de la intensidad y la fiereza que durante años han caracterizado al equipo. "Han sido simplemente mejores que nosotros", admitió el técnico neerlandés, consciente del abismo que ha separado a los Reds de sus rivales.

El dato es demoledor: cinco derrotas en once jornadas (todas en los últimos seis partidos), ya más que en toda la pasada temporada. Octavos en la tabla, a ocho puntos del líder, el Arsenal, Van Dijk y compañía parecen ya fuera de la lucha por el título. Incluso los pocos momentos positivos, como el gol anulado al capitán por fuera de juego, no hicieron más que acentuar la frustración de un equipo sin reacción ni ideas, traicionado por los nuevos fichajes pero también por veteranos como Salah, muy lejos de los números esperados.

Más que el resultado, preocupa la sensación de rendición colectiva: errores defensivos, ausencia de liderazgo, falta de agresividad. La energía parece haberse apagado también en casa; Slot, lúcido pero resignado, lo dejó claro: "Pensar en el título ahora estaría fuera de lugar". Si algo no cambia rápido, la temporada corre el riesgo de convertirse en un largo calvario, y el club que antaño desafiaba a los gigantes de Europa puede seguir firmando malas actuaciones.