Bosnia-Rumanía, locura de Dragus: expulsado por una entrada criminal tras apenas 2 minutos en el campo

Últimas jornadas de los respectivos grupos de clasificación, la last call para cualquier selección que quiera entrar en el selecto grupo de participantes del Mundial 2026. Una oportunidad que, al menos sobre el papel, solo aparece cada cuatro años y no se puede dejar escapar. Lo confirmó, probablemente, el partido más emocionante de la noche, el Bosnia-Rumanía. Anunciado como uno de los duelos más calientes, el choque dejó muchos giros de guion, cambios en el marcador y algo más.

Qué pasó. Para empezar, ventaja fulminante de Rumanía con Birligea, metiendo en apuros a Bosnia. Después llegó el empate, no apto para cardiacos, de Edin Dzeko, que a sus 39 años está empeñado en llevar a su selección al Mundial. Pero en un momento del partido ocurrió lo impensable: el delantero rumano Dragus (recién entrado) no jugó ni dos minutos. Saltó al campo en la reanudación y, en apenas 120 segundos, fue expulsado por una entrada temeraria: pierna altísima y golpe a la cabeza del rival. Michael Oliver no se lo pensó para sacar la roja directa. El VAR lo confirmó.

Reacción natural. Con diez contra once, el derrumbe de Rumanía no tardó en llegar: en 13 minutos encajó dos goles y perdió el partido. ¿Y Dragus? Una vez expulsado, volvió al vestuario y las cámaras lo captaron tirado en el suelo, en el túnel camino de los vestuarios. Visiblemente hundido y enfadado consigo mismo por haber cambiado el signo del partido para mal. Quien sí sonríe es Bosnia, que se medirá a la Austria de Arnautovic en la última jornada: en juego está la clasificación directa al Mundial 2026. Para consolar mínimamente a Dragus, la tercera posición de Rumanía permite a Lucescu y los suyos acceder al playoff. Y podría cruzarse precisamente con la Italia de Rino Gattuso.