Borja Iglesias, soberbio en el Bernabéu. De la Fuente toma nota de cara al Mundial

El RC Celta de Vigo hizo historia en el Bernabéu: volvió a ganar 19 años después gracias al doblete de Swedberg, una gesta que ningún jugador celeste había firmado en los últimos 80 años. Además, el equipo dejó la portería a cero por segunda vez en su historia en el feudo blanco, 48 años después del único precedente. El gran protagonista de la noche, sin embargo, fue Borja Iglesias: "El Panda", cuya influencia va más allá de los goles, fue determinante en el plan de Giráldez.

Las estadísticas no engañan: ocho goles y dos asistencias esta temporada. En el Bernabéu, Borja dio una lección táctica, ubicándose siempre en el lugar adecuado para castigar las transiciones y facilitar los balones largos de Radu, además de moverse por otras zonas para aliviar la presión del equipo. Su peso también se notó en la gestión de la posesión, en los cambios de orientación y en sembrar el caos en la zaga madridista. Más allá de la técnica, el ariete mostró mucha solidez en los duelos y una intensidad que incomodó al Real en la salida de balón. Durante el partido, además, regaló una asistencia de manual, confirmando su confianza y su extraordinario estado de forma, algo que no ha pasado desapercibido para el seleccionador Luis de la Fuente.

El regreso de Borja Iglesias a la Selección fue, en un principio, sorprendente, pero sus actuaciones siguen consolidando su candidatura para el Mundial 2026. Lo del Bernabéu es otro paso decisivo rumbo a Estados Unidos, México y Canadá, confirmando que el delantero está listo para el gran escaparate internacional.