Alan Ruschel, el renacer del superviviente de Chapecoense: "Siempre en mi corazón"

La noche del 29 de noviembre de 2016 quedará para siempre grabada en la memoria de Alan Ruschel. Aquel vuelo rumbo a Medellín, con Chapecoense camino de la final de la Copa Sudamericana, se convirtió en una de las tragedias más dramáticas de la historia del deporte: de los 77 pasajeros, solo seis sobrevivieron, entre ellos él.

Hoy, casi diez años después, Ruschel sigue jugando al fútbol, como capitán del EC Juventude, y cuenta a MARCA el camino que le llevó de la desesperación al renacer. "Recuerdo todo hasta el impacto", relata. "Luego, el silencio, el motor temblando… y nada más. Todo lo demás me lo contaron los equipos de rescate. Cuando desperté del coma no tenía ni idea de lo que había pasado. Preguntaba por mis compañeros y nadie me decía nada. Los médicos decidieron no contármelo todo de golpe; esperaban la llegada del psicólogo para ayudarme a recibir la noticia. Me estaba recuperando físicamente muy rápido, mejorando día a día, y cuando por fin me explicaron lo que había ocurrido, me quedé paralizado, sin reacción. Fue un shock enorme".

Gracias a su fuerza de voluntad y a una rehabilitación increíblemente rápida, volvió a caminar y después a jugar en tiempo récord, sorprendiendo a médicos y aficionados. Ruschel habla de la solidaridad del vestuario, de la alegría de reencontrarse con Follmann y Neto, supervivientes como él, y del apoyo de su familia. Recuerda con emoción sus primeros partidos tras el accidente, entre ellos los amistosos ante el Barça y la AS Roma, que le devolvieron la confianza y le prepararon para volver a competir al más alto nivel. Hoy mira hacia adelante: "Aquí empezó todo, aquí sigo creciendo. Pero Chapecoense estará siempre en mi corazón".