Kean, así no: en Parma, más tiros que pases. Y la comparación con Pellegrino es demoledora

En la enésima derrota de la temporada, la décima en la Serie A, cosechada el sábado por la tarde por la ACF Fiorentina en el Tardini de Parma, los focos —y no precisamente para bien— apuntaron a la actuación de Moise Kean. El delantero viola fue señalado por casi toda la prensa como el peor del partido, tras un duelo que dejó en evidencia su individualismo extremo con respecto al resto del equipo. El ejemplo más claro llegó en el 69': Piccoli ganó un duelo aéreo y lanzó al '20' en un contraataque; en lugar de poner el pase de la muerte y premiar la incorporación del compañero, se la jugó con un remate desviado que cabreó a casi todos.

La comparación con Pellegrino
Y en ese sentido, es inevitable comparar la actuación de Kean con la de su colega Mateo Pellegrino, un delantero seguramente menos dotado técnicamente que el ex de la Juventus, pero que en el Tardini demostró lo bien que se ha adaptado a la realidad del conjunto parmesano. El primer dato a destacar son los toques: 38 para el argentino, mucho más implicado en el juego del Parma, por 22 del italiano. Pero es en los pases donde aparece la mayor diferencia. Kean se quedó en unos pobres 5 pases completados de 8 intentados; Pellegrino le dobló con 10 pases completados de 17 intentados. Mirando los números de Kean, además, toca subrayar que el delantero viola firmó más tiros (6, de los que solo 1 fue a puerta) que pases completados.

Futuro
A pesar de las feroces críticas que le están cayendo, el futuro de Moise Kean, al menos en enero, no debería estar en discusión. La Fiorentina sabe bien que buena, buenísima parte de su lucha por la permanencia pasará por los goles, la personalidad y los intentos del que hoy por hoy sigue siendo el mejor futbolista de la plantilla. De momento no se contempla cambiar de nueve, menos aún en un mercado invernal complejo y poco determinante. Eso sí, los viola van a necesitar la mejor versión posible de su goleador, no esta copia desvaída, atropellada y ni de lejos adaptada a la nueva realidad del equipo.