Hojlund y los suyos: la Supercopa ha espoleado al SSC Napoli, muchas respuestas para Conte

Hay triunfos que valen más que la clasificación y cuentan mucho más que el marcador. El que firmó el SSC Napoli en el Zini entra de lleno en esa categoría. Porque el 0-2 contra el Cremonese no es solo un éxito a domicilio, sino un paso clave en el recorrido emocional y técnico del equipo de Antonio Conte. Una respuesta contundente, lejos del Maradona, donde en las últimas semanas los partenopeos habían perdido certezas y continuidad.

El Napoli visto en Cremona es heredero directo de las noches de Riad. No una copia deslucida, sino un equipo consciente de su fuerza, capaz de reproducir intensidad, orden y calidad también en la Serie A. Cambian los protagonistas, no la esencia. Esta vez el hombre símbolo es Rasmus Hojlund: doblete de delantero total, presencia constante, lecturas cada vez más maduras. Conte lo dejó claro en el pospartido, subrayando el enorme margen de mejora del danés y su papel central en un sistema que exige mucho a los puntas, sobre todo con varios pesos pesados aún de baja.

Pero la fuerza del Napoli reside en el colectivo. Juan Jesus sigue dando respuestas de peso, Elmas y Lang aportan registros distintos, y McTominay sacrifica su colmillo ofensivo para asegurar equilibrio. Atrás, portería a cero: tercera consecutiva, síntoma de una solidez que faltaba. No habrá sido la actuación más brillante del año, pero sí una prueba madura, gestionada con cabeza incluso cuando el Cremonese intentó meterse en el partido, como reconoció también Davide Nicola al elogiar la competitividad de los suyos.

El Napoli regresa a casa con tres puntos de oro y una convicción renovada: este equipo puede estar arriba. El calendario dirá hasta dónde, pero de momento Conte y los suyos han lanzado un mensaje claro. El maleficio lejos de casa puede darse por roto. Y el nuevo año se abre con una certeza más: este Napoli aún tiene hambre