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Síndrome de Cristóbal Colón en el fútbol actualTODOmercadoWEB.es
jueves 18 junio 2020, 00:08Editorial
de Manuel Rodríguez

Síndrome de Cristóbal Colón en el fútbol actual

“Desgraciados los hombres que tienen todas las ideas claras”. (Louis Pasteur)
Le diría a los futbolistas y a los entrenadores, que para conseguir mejorar la orientación en el partido se trata de conseguir la pelota y crear a partir de esa asociación en torno al sonajero mágico. Los aficionados, en su mayoría, siempre pensarán que solo hay fútbol bueno si se tiene balón una gran parte del partido. Sin embargo, para contrastar, resumiremos algunas premisas que se escriben en https://es.slideshare.netacerca de que el “fútbol es un deporte sin balón”. El fútbol es un deporte donde tú, como jugador, la mayor parte del tiempo vas a estar sin balón. Desde el punto de vista ofensivo no dejes de moverte. ¿Qué provocas si te mueves? Espacios. Creas espacios para que puedan aprovecharlos tus compañeros e incluso tú, un poco más tarde en la misma jugada. ** La movilidad sin balón normalmente beneficia al ataque y aturde al rival. ** En defensa es evidente que moverse y cerrar espacios al rival trae consecuencias positivas al equipo. Trabaja y corre sin medida en defensa… Tendrás más posibilidades de estar en el 11 titular. ** Un entrenador aconsejó a su futbolista delantero: “Matías, si trabajas en defensa siempre serás un buen delantero, sino sólo lo serás cuando metas goles”. ** “El error se perdona, pero la falta de actitud no”, dicen entrenadores como Guardiola o Simeone. “El esfuerzo es innegociable”. Es una máxima de todos los líderes. En https://futbolteorico.wordpress.com también se resumían aspectos sobre “Hay que saber jugar sin balón”. ** “Solo durante un 2% de los 90 minutos de partido, un jugador tiene la posesión de balón. En el 98% restante lo tiene un compañero o un rival” (El libro del portugués Jorge Castello citaba hace mucho tiempo un 3%). De ahí la importancia de la táctica. ** “El aprendizaje en las categorías inferiores no solo debe basarse en la técnica individual, sino en enseñarles a los niños y adolescentes a saber moverse sobre el campo”. ** “Los movimientos dependen de los sistemas y cada entrenador tiene el suyo. Peo hay cosas que son comunes a todos los sistemas tácticos. La orientación defensiva, los repliegues, las transiciones, las coberturas, las permutas y varios movimientos más”. ** “Los futuros futbolistas aprenderán a cabecear, a golpear con ambas piernas, a controlar el balón, pero no es suficiente. Si solo le enseñamos esto, estamos formando jugadores que participan 2 ó 3 minutos por partido. (Dicen que Xavi Hernández era una excepción porque llegaba a los 4 minutos de posesión por partido). Recuerdo, hacia mitad de los años setenta, que entre los juegos aplicativos de fútbol para confeccionar mis entrenamientos, organizaba partidos con dos balones en juego. Se iniciaba el partido con una sola pelota y, en un momento dado, introducía otra en la parte opuesta de la posición del primer balón. Por supuesto, no era un partido fácil de organizarse para los dos equipos, incluso más bien era un caos provocado donde nadie ejercía de árbitro. Había un momento que existía una desorientación típica, ningún equipo sabía ordenar el caos y poner prioridades, desconocían cómo atacar y cómo defender, imposible el hecho de balancear los grupos de jugadores en el terreno. Es curioso que, enseguida, a pesar de la desorientación táctica, aparecían los liderazgos que se ocupaban de ordenar las misiones y sobre todo defender a su portero de los dos balones en juego. Era un punto de observación que, a mí como entrenador, me ayudaba a vislumbrar el carácter de los jugadores y determinar distintos niveles de liderazgo. Los que disfrutaban de la pelota siempre corrían detrás de una u otra, anárquicamente, a salto de mata, y se olvidaban de otras cuestiones que no fuera estar pendiente de los movimientos de jugadores en torno al balón. Los que estaban acostumbrados a “jugar sin balón” eran los que antes se orientaban en el partido, se agrupaban, se posicionaban en las zonas defensivas productivas sin descolocarse ni distraerse por el movimiento de los balones y esperaban a los que conducían la pelota que llegasen a su zona defensiva sin desplazarse del lugar, haciendo de “perros guardianes” como llamaba Menotti a los que defendían sensatamente en zona sin abandonar sus espacios defensivos. Y los porteros podían llegar a tener hiperactividad, pero contaban enseguida con la ayuda de los defensores que no disponían de pelota con lo que aseguraban el balance defensivo. Cuando el partido regresaba a la normalidad de un solo balón, el desastre posicional se volvía a ordenar en torno a la pelota. Aquel partido no duraba mucho más allá de 15 minutos, era suficiente. A continuación, Y las discusiones que se sucedían a continuación eran notables, casi siempre aparecían los distintos perfiles de jugador y los amigos del balón protestaban a sus compañeros que sólo defendieron espacios; y viceversa. Una cosa era evidente, en el fútbol sólo puede haber un balón en juego para no caer en anarquía. Por último, puedo asegurarles que, con dos balones, no se producía una mayor posesión productiva de pelota en el juego. Aquel partido de desorientados era siempre distinto y los papeles de cada cual aparecían en base a su especialización natural, los “con balón” y los “sin balón”. Además de la cooperación grupal o las manifestaciones individualistas. Por lo ya señalado, es oportuno releer algunos aspectos señalados por Antón Añón (https://futbase10.blogspot.com/2018/10/el-sindrome-de-cristobal-colon.html) acerca del “Síndrome de Cristóbal Colón” (20. octubre. 2018): “Dicen que Cristóbal Colón llegó a América convencido de haber llegado al continente asiático, llamado Indias por Marco Polo. Desorientado, pensó que había descubierto una nueva ruta para llegar a ese continente, pero en realidad había descubierto uno totalmente diferente. Creo que, por este motivo, a partir de ahora, voy a empezar a diagnosticar el “síndrome de Cristóbal Colón” a ciertos entrenadores de fútbol base que, desorientados, piensan que se encuentran en una etapa donde los resultados están por encima de la formación y en una etapa que entienden como una adaptación del fútbol profesional para niños. Entrenadores que están convencidos de estar en un sitio totalmente diferente al que en realidad están”. Por lo que intento centrar los aspectos más significativos a los que no debieran llegar y sin una transcripción literal: Creen que el árbitro debe mostrar el mismo nivel de acierto que un profesional. Le protestan todo. No entienden que el árbitro falle, que los jugadores fallen y que él mismo falle. Todo formaría pate del aprendizaje de todos. ** Celebran los goles de unos niños de 8 años como si fuese el gol de Iniesta en la final del “Mundial2010”. ** Creen que se juegan en cada partido algo que realmente no es tal. El resultado debiera ser anecdótico. ** No llegan a entender que se les debe valorar como formadores y no en función de si ganan o pierden. ** Necesitan justificarse cuando pierden y gritan en exceso cuando ganan. ** Están desorientados porque tratan el fútbol de niños como si de profesionales se tratase. Es el “Síndrome de Cristóbal Colón” que le embarga. Sin duda, se tiene que trabajar aún mucho más para encontrar la brújula de este deporte.