Polémica en el clásico: el 2-2 llegó tras una mano de Frenkie de Jong

El gol del empate del Barcelona no debió subir al marcador por una mano clara de Frenkie de Jong. El centrocampista neerlandés controló la pelota con la parte interna del brazo en el inicio de la jugada que terminaría en el tanto de Lamine Yamal, y los jugadores del Real Madrid no tardaron en reclamar una infracción.

Sin embargo, pese a lo evidente de la jugada, desde la sala VOR no se indicó revisión al árbitro principal, Hernández Hernández, quien validó la acción en medio de las protestas del equipo de Carlo Ancelotti. El tanto nació en ese control de De Jong, continuó con un pase de Ferran Torres y culminó con una gran definición de Lamine al palo largo de Courtois. El empate desató la indignación del banco visitante. Para más inri, los siguientes goles azulgranas (3-2 y 4-2) llegaron tras errores groseros en salida de balón de la defensa blanca, que terminó por dilapidar una ventaja que parecía encaminar la victoria. El clásico, como casi siempre, no se libró de la controversia arbitral favorable a los culés, en una jugada que bien pudo cambiar el rumbo del encuentro.