Jovic perdió la primera batalla, pero aún queda mucha guerra

Todos estamos de acuerdo en que no fue el mejor partido de Luka Jovic, ni del Real Madrid. Los blancos, quitando los primeros 20 minutos, no mostraron síntomas de buen fútbol. Tras el gol se echaron atrás y dejaron al Betis desplegar su juego gracias a las combinaciones entre Canales, Fekir y Joaquín. Casemiro se vio desbordado y jugadores como Odegaard demostraron que deben mejorar en la parcela defensiva para evitar que lo de ayer se convierta en una tónica habitual.

Antes del gol Luka Jovic y Karim Benzema se entendieron a la perfección. Mientras el serbio fijaba a los centrales el francés caía a banda o bajaba al centro del campo para ayudar en la construcción. De la misma forma que el resto del equipo, el ariete balcánico se dejó ir y no mostró ni una chispa de mordiente más allá de dos carreras en la segunda mitad (una de ellas provocó la roja de Emerson). 

¿Mejorará sobre el verde?

Solo el tiempo y Zinedine Zidane pueden responder a esa pregunta. Quizá no jugó del todo bien porque disputó sus primeros minutos de la temporada y no se esperaba ser titular en el Villamarín. No se marchará del equipo y esto es una buena noticia para todos. Primero para el Madrid porque le da la oportunidad al cuerpo técnico de apostar por diferentes esquemas y sobre todo, les enseña a no depender del acierto de Benzema en cada partido. Cuando tenga muchos minutos de forma más regular, podremos juzgarle como merece. Es muy ventajista decir que no sirve para el Real Madrid ahora mismo, y aún más cuando el rendimiento del equipo ayer no fue ni mucho menos aceptable. 

El tiempo tendrá la última palabra, pero aún queda mucha guerra por delante para el soldado Jovic.