La Lazio no encadena dos triunfos seguidos en casa desde hace un año. Y Sarri exige una sacudida desde las bandas
Hace falta más coraje, hace falta más profundidad. Ese es el mensaje que Maurizio Sarri no deja de machacar a su Lazio en la víspera del duelo de mañana contra el Cagliari en el Olímpico. Como publica esta mañana la edición local del Corriere della Sera, el técnico de la Lazio quiere un cambio de ritmo, sobre todo en los extremos, donde hasta ahora han faltado continuidad y pegada.
La Lazio no gana dos partidos consecutivos en casa desde hace un año, y el choque contra los sardos se presenta como una ocasión clave para recuperar confianza y relanzarse en la pelea por los puestos europeos. Tras apuntalar la parcela defensiva, Sarri exige ahora más calidad y personalidad en campo contrario. El foco está en Gustav Isaksen y Mattia Zaccagni. El danés, aún inédito en Liga y recién repuesto de un verano marcado por la mononucleosis, tendrá una nueva oportunidad desde el inicio. El técnico quiere que vuelva a encarar, genere superioridades y haga más dañino el ataque.
Mismo discurso para Zaccagni, capitán y líder técnico, pero en bajón: solo tres goles en sus últimas dieciocho apariciones en Serie A y uno en el Olímpico desde diciembre pasado. Sarri le pide más atrevimiento, más capacidad para ir hacia dentro e influir. Para relanzar a la Lazio, urge la sacudida de ambos.



