¿Se necesitan futbolistas distintos?

No podemos planificar evoluciones del fútbol sino contamos con las personas. Hay épocas que se fijan estándares y ya todo el mundo gira en torno a dichos modelos creyendo que todos los futbolistas deben ser gemelos en sus cualidades globales. Sin embargo, para nada tuvo que ver el modelo Di Stefano con el de Pelé; ni el de éste comparado con Cruyff; ni por asomo éste era similar al siguiente fenómeno Maradona… Pongamos por caso, en España, los dos mejores jugadores que han competido entre sí dividiendo a las aficiones durante dos lustros fueron Messi y Ronaldo que, para nada, se parecían ni en el físico ni en las respuestas técnico-tácticas. Ladislao J. Moñino (ElPaís, 3. setiembre. 2020), escribía: “La evolución del fútbol es la evolución de los futbolistas antes que de los sistemas. No hay propuestas ni dibujos en las pizarras válidos sin jugadores adecuados. El reinado del Bayer de Münich y del Liverpool en las dos últimas ediciones de la “Champions” son evidentes ejemplos del nuevo paradigma de juego y de jugadores que se impone. La presión alta, las transiciones ofensivas y defensivas sin apenas pausa, y el ritmo de juego, alto, intenso y sostenido, demandan cada vez más al futbolista total”. Cuando se implantó el “Fútbol Total” (Holanda, años 70). Nadie pensó que, en 2008, 2010 y 2012, “los chiquitos” de la Selección española podrían ganar con tanta autoridad. Pero, además de los jugadores técnicos, también se precisaban centrales que dominaran el juego aéreo como Puyol, Piqué, Ramos o el mismo Busquets. “La selección también está cambiando, aunque manteniendo la esencia, que es lo que le ha dado los títulos: tener el balón, asociarnos, que el rival se canse de defender”. (…) “Los entrenadores tienen claro los siguientes pasos a dar: el ritmo, atacar, aprovechar los espacios, ser agresivos en defensa y un salto para poder estar una cantidad elevada de minutos apretando al máximo. Esa es la evolución natural del fútbol y del estilo de la selección”, defiende Merino. “El físico es muy importante, se está viendo que los equipos que están mejor físicamente son los que ganan. En el Bayern que ha ganado la “Champions”, todos corren 90 minutos, todos son rápidos, todos defienden y todos presionan”. (…) “En la “Premier” aprendí en qué momentos puedo disputar el balón o dejar que lo coja el rival y luego apretarle. Hay muchos partidos de poca defensa estática porque ninguno de los dos equipos lleva el peso, sobre todo cuando juegas contra los de tu mismo nivel. Hay mucho balón largo, segundas jugadas, hay que sacar centros rápidos. Hay mucha transición y los centrocampistas tienen que estar preparados para ir arriba y para volver cuando te montan la contra. En Inglaterra me convertí en un jugador “box to box” y me gusta” (…) “El alto ritmo de juego es el vector sobre el que el nuevo fútbol está instalando su hegemonía. Al final lo que diferencia a un equipo de otro es cuánto tiempo puedes estar a tu ciento por ciento, eso es el ritmo. Lo ideal es mantenerlo 90 minutos porque va a hacer que el rival se canse y te deje más huecos”. El diario Marca, 14.10.2020, publicó un reportaje sobre los secretos de Guardiola a la hora de fichar. “Lo primeo que miramos son las habilidades del jugador, aunque creo que la personalidad es muy importante… Ves los vídeos de habilidades, juegas contra ellos, si es zurdo o diestro, rápido, bajo, fuerte en el balón aéreo, dispara bien, con los dos pies o no. Pero eso todos lo pueden ver. Pero saber exactamente su personalidad (cómo maneja las situaciones difíciles o cómo juega en escenarios importantes, en eliminatorias, cómo reacciona, si supera situaciones malas…) será más importante”. (…) “La personalidad marca la diferencia. Siendo un competidor con hambre, olvidas rápidamente las malas acciones y piensa de manera positiva en la siguiente. Cuando eres capaz de encontrar esto en una plantilla tienes el triunfo asegurado. Las habilidades las tienen todos los jugadores, la mentalidad no tantos”.