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SúperCopa árabe

SúperCopa árabe
jueves 20 enero 2022, 00:06Editorial
de Manuel Rodríguez
“El misterio del contrasentido de la conducta de nuestro pueblo, aún de los gobernantes, reside en la ignorancia de las masas que las hace indiferentes a cuestiones vitales”. (José María Vigil).

La competición “SuperCopa”, organizada por la Federación Española de Fútbol en Arabia obedece, sin duda, a motivos exclusivamente económicos. Todo un contrasentido, máxime viendo vacíos los graderíos. En esta ocasión han participado Barcelona, Real Madrid, Athletic Bilbao y Atlético de Madrid. Los dos primeros se enfrentaron en la primera eliminatoria y Real Madrid ganó por 3-2. Siendo el siguiente clasificado el Athletic de Bilbao que venció por 2-1 al Atlético de Madrid. Total, que el domingo 16 de enero jugarían la final el Real Madrid contra Athletic de Bilbao.

Interesante el punto de vista (ElPaís, 16. enero.2022, Carla Suárez): "El deporte profesional es una de las industrias más potentes de nuestra sociedad. Tiene la capacidad de generar emociones colectivas, produce unos ingresos enormes alrededor del mundo y paraliza ciudades enteras alrededor de su espectáculo. Toda esta grandeza, a veces alejada de lo racional, no debe dejar aparcado un aspecto fundamental: la importancia del aficionado”. (…) “Una competición nacional disputada a miles de kilómetros de distancia, arrebatada a sus seguidores y casi huérfana para los deportistas. (…) “Me resulta complicado de entender la disputa der una competición tan hermosa en un país donde los derechos básicos de las mujeres no son respetados, donde ciertas libertades son denegadas en pleno siglo XXI”.

Dice Jordi Quixano, desde Riad que “la ilusión del joven Athletic contra el deber de un Madrid maduro”. Ancelotti dijo: “El plan es ganar”. Sin duda, será un enfrentamiento de contrastes. Como sintetiza Quixano: “Blancos y rojiblancos se juegan este domingo la corona en el exótico escenario de Riad en su primer enfrentamiento directo por un título desde 1958”. Álvaro Benito escribió antes del choque: “Caminos opuestos… El guión de la final pienso que, salvo sorpresa, está bastante dibujado. Marcelino no suele negociar el hecho de ir a buscar a los rivales en campo contrario, mucho más si se trata de un conjunto como lo es el Real Madrid, que acomete muchos riesgos en esta situación y que quiere progresar a través del balón. Ésta será una de las grandes claves del partido… Por último y no menos importante está el balón parado. Muniain las está poniendo con música para hombres como Íñigo, Yeray y compañía, aunque el Madrid también es muy peligroso en este apartado”.

La realidad auténtica es que la “SuperCopa” fue ganada por el Real Madrid y un resultado de 2-0. Los dos equipos jugando en bloque y manteniendo en defensa sus balances numéricos con lo que las penetraciones se dificultaban. Ambos equipos manteniendo el balón con cierta precisión, mayor posesión del Real y algún acercamiento mayor a la portería contraria. Hacia el minuto 37, jugada de Rodrygo por la derecha y cesión hacia atrás a Modric que marca de tiro largo a la izquierda del portero con precisión cirujana. Un gran gol. A partir de aquí, el Athletic presionaba en búsqueda del balón. pero no llegaba. En la segunda parte, mano del Athletic y penalti revisado con VAR. Lo tiró Benzema con la seguridad que acostumbra a la derecha del portero. 2-0 ya fue mucho resultado para el Athletic que realizó muchos cambios para revitalizar el juego, lo que consiguió en el último cuarto quizás también con la aquiescencia del Real que perdió más balones que de costumbre y haciendo "faltitas" absurdas. En una jugada aérea, remate y Militao (Roja y expulsión) recibe el balón en el brazo abierto que origina un penalti a favor del Athletic. Lo tira Raúl muy centrado y Courtois despeja “in extremis” con la pierna izquierda. De haber sido gol, el partido habría tomado una tensión interesante a falta de unos siete minutos. El 2-0 siguió porque, además, el Real Madrid no se esmeró demasiado en lograr el tercero. Campeón merecido, dominó el juego en general el Real y tuvo una posesión superior al 60% a pesar de la intensidad de las acciones de los jugadores del Athletic que no fue suficiente. Marcelo tomó el Trofeo como capitán, lección de señorío del Real Madrid.