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¿El juego de posición necesita brújula también?

¿El juego de posición necesita brújula también?TODOmercadoWEB.es
martes 28 abril 2020, 01:00Editorial
de Manuel Rodríguez
“Nunca se toca si no sale un rival”. (Pep Guardiola).

Ya he sido demasiado insistente acerca de que el fútbol necesita de una orientación tanto individual como colectiva, una brújula que sirva para que el futbolista controle el espacio sin olvidarse del tiempo; y a través del balón como máxima prioridad ejecutar un fútbol ordenado y efectivo. Leí un artículo de Daniel Fernández quien nos documentó en los principios básicos relacionados con el “juego de posición”. Y nos anticipó: “No toques si no buscas generar nada. Tocar para superar líneas. Busca el tercer hombre y la segunda acción (dejar de cara); dejar al más alejado. Generar superioridades en la línea siguiente. No tocar lateralmente si no provocas nada…” (Según Juan Manuel Lillo). O lo que es lo mismo, el toque por el toque no nos lleva a ninguna parte efectiva. Del último “mesías del toque”, Quique Setién, solo hemos recibido aquella idea rutinaria (tiki-taka) sin más fundamentos evidentes. De hecho, hubo muchísimas contradicciones en los partidos jugados por el Barcelona bajo su dirección, porque son muchos los que hablan del toque y siguen creyendo que es el único fundamento del fútbol; además, quieren hacernos partícipes como si fuéramos unos ilusos indocumentados; mientras que otros se acogen también al fútbol de posición, al fin y al cabo, otro fundamento del fútbol moderno que incorpora muchas sutilezas que deben concatenarse con otros principios básicos para conseguir un fútbol avanzado y práctico.

Fernández estuvo muy certero cuando aseguró: “En fútbol, las tendencias y las modas las marcan los ganadores. Algunas veces, a lo largo de la historia de nuestro deporte, el ganador del momento y el estilo de juego han unido estilo y triunfo”. Todo ello nos lleva al Barça de Guardiola, y se buscan los antecedentes más próximos de Cruyff en aquel año de 1988, sin olvidarnos de la labor de Louis Van Gaal, incluso la etapa de Frank Rijkaard que introdujo a Messi en la titularidad del Barcelona de manera inteligente. Pero, concretando, “el juego de posición es una idea, un estilo, una manera de entender este juego”. Curiosamente, el que fuera entrenador del Albacete y Real Madrid, Benito Floro, muy influido en su día por Arrigo Sacchi, ya predicaba las ideas de un antiguo teórico, Ricardo Olivós, que siempre insistía en aquello de que “el balón debe llegar a las posiciones y no las posiciones deben ir al balón”. Y siguió concretando Daniel Fernández: “… una cosa es que el equipo se ordene a través del balón y otra muy diferente es el desarrollo del juego de posición” para lo que menciona el blog “Paradigma Guardiola”: “Se ordena con el balón, pretenden tener posición y ser ofensivos, pero olvidan respetar el juego de posición que hace el Barcelona. Jugar para tocar o tocar para jugar es distinto”. Añadiendo: “Este juego consiste en ir generando superioridades a la espalda de la línea que te aprieta”.

Y nos recuerda la idea principal de Juanma Lillo sobre el juego de posición: “Los jugadores se pasan el balón en espacios cercanos para dar un pase a un lejano libre…: 1. Los jugadores están dispuestos a diferentes alturas facilitando así la creación de líneas de pase; 2. Es fundamental dar amplitud para que aparezcan pasillos interiores (ya sea con extremos o con laterales); 3. El concepto de “hombre libre” es fundamental; 4. No se juega a pasar por pasar, sino que los jugadores dominan el concepto de cuándo conducir y cuándo pasar; 5. La conducción permite atraer rivales provocando así la aparición de “hombres libres”; 6. La idea madre de todo es ir generando superioridades a la espalda de la línea que viene a apretar al poseedor de balón; 7. Formación de continuos triángulos de pase, que permiten ir jugando con el “tercer hombre”; 8. Es fundamental que las superioridades se vayan construyendo desde atrás, desde la primera línea. Por eso, un principio fundamental de su idea de juego es que el balón salga limpio desde los defensas; 9. Como defensa y ataque son ideas que van juntas y no separadas, la idea ofensiva es la que condiciona el resto del juego; 10. La posesión de balón es un fenómeno construido porque es una posesión que pretende desestabilizar al contrario, eliminar rivales y condicionar su balance defensivo, obligándolo a jugar a merced de ello y no como el rival desea; 11. El juego de posición permite que, en el equipo, los jugadores, las posiciones y el balón viajen juntos; 12. La consecuencia de esto es que el equipo, cuando pierde el balón, se encuentre junto, pueda presionar tras perderlo y sea muy difícil hacerle una contra. En definitiva, el ataque condiciona la forma de defender y, por ende, condiciona el juego del contrario”.

Este desmenuzamiento tan ilustrativo del juego, explicado paso a paso y por fases, formaría parte de un fútbol muy bien jugado si las progresiones de los futbolistas se produjeran a lo largo de un año. De hecho, Van Gaal decía que tenía un problema con sus equipos cuando llegaba de nuevo, pues era tanta la información que aportaba a los jugadores que solo al cabo del tercer año el equipo jugaba como él deseaba. Escribía Ricard Torquemada en su libro “Fórmula Barça” (Lo incorporé a mi primera lista de 22 mejores libros de fútbol leídos): “Para que la posesión sea efectiva, hay que descifrar donde están los espacios vírgenes, si por dentro o por fuera, si por delante o por detrás de la defensa rival. Este es el primer paso para atacar bien, saber dónde puedes hace daño, para después utilizar la distracción en otra zona con la acumulación de compañeros y adversarios, antes de castigar la escogida que ha quedado desprotegida convenientemente”.

El entrenador del infantil A del RCD Español, citado anteriormente, Dani Fernández, lo plasmó con una claridad meridiana. “El juego de posición permite la aparición de “hombres libres” y las importantísimas superioridades. Dichas características son: a). En el inicio del juego, los centrales están muy separados entre sí; b). Una variante… se ha llamado “Salida Lavolpiana” (Del argentino Lavolpe), donde un mediocentro se incrusta entre los dos centrales, sobre todo en casos en que el rival presiona con dos puntas; c). Los laterales estiran a medio campo vigilando de no montase, pero si superar en posición a los interiores rivales para que el pase de un compañero permite eliminar rivales; d). El mediocentro que viene a ayudar en la salida se mueve lateralmente al central que tiene la pelota; e). Los interiores, llamados “hombres entre líneas”, dominan los registros del juego de posición, se separan de su oponente, atacan las espaldas del rival que los marca y jamás van a quitar la pelota a sus compañeros, conscientes de que eso atrae rivales; f). Los laterales y extremos están siempre muy abiertos, conscientes de que eso permite la aparición de pasillos interiores, pases por dentro que son fundamentales en el juego de posición ya que facilitan la aparición de hombres libres y superioridades a la espalda; g). El balón no se mueve por mover, sino que la circulación de lado a lado se hace para mover al rival, para juntar jugadores rivales; h). Nadie da pases por da. Los pases tienen un sentido: eliminar rivales. Si no es posible, los jugadores se quedan el balón o lo conducen buscando que salten rivales”.

De cada uno de los actos que forman parte de un proceso, casi siempre aleatorio y condicionado por el equipo contrario, se podría escribir un tratado, pero debemos tender a no complicar el juego. Por eso, creo yo, no todos los jugadores son válidos pata el Barcelona por más capacidades que dispongan, ya físicas ya técnicas. Porque no está tan claro aquello de que un entrenador proclame “Quiero que mi equipo toque la pelota”, porque enseguida vendrá la pregunta “madre del cordero” ¿Y para qué quieres el balón? ¿Para atacar? ¿Para defender? ¿Porque es más estético que correr detrás de él? ¿Porque esa idea te da caché ante el periodismo o los aficionados “pardillos”? Creo sinceramente que el Barcelona de Setién se ha revestido de una “propaganda al uso” aunque no aprecio que domine los conceptos apuntados aquí y los pasos a dar que hemos detallado en este capítulo. Cien veces he escrito ya de este tema y me he encontrado con nuevos conceptos, ilustrativos, gratificantes, recibidos de un entrenador de infantiles que me ha mostrado con trazos transparentes, además con refrendos del amigo Juanma Lillo… Viene todo a cuento de que ha empezado a correr la idea de que el fútbol de posición “ya no es lo que era” porque el Barcelona necesitaba encontrar un subterfugio para sustituir a Valverde que tuvo que “tragar” con todas las acusaciones injustas del mundo barcelonista.

Al margen de lo técnico-táctico, el fútbol está ahora mismo muy “posicionado”, más bien obligatoriamente aparcado, y debatiéndose en cuestiones trascendentes para su futuro más inmediato, incluso para el medio y largo plazo, por lo que es necesario anticiparse leyendo (ElPAÍS, David Álvarez y Ladislao J. Moñino, abril 2020): “Sólo en 2019 la FIFA contabilizó algo más de 18.000 traspasos internacionales de jugadores, por un valor de 6.740 millones de euros. Para la siguiente gran ventana de mercado, la que debía abrirse el próximo 1 de julio, la pandemia mantiene todo en el aire. “Los precios tan altos de los últimos años no los va a pagar nadie, porque todos los clubes van a sufrir pérdidas, lo que les obligará a vigilar los ratios”. Se trata de ponerle cifras al desplome previsto y el algoritmo de valoración de jugadores del CIES que tiene en cuenta diversos parámetros de su rendimiento, edad y duración de los contratos, estima una bajada media de los precios del 28% si no se retomara la competición… “La evolución de los precios la va a determinar cómo acaben las temporadas en todos los países”… Pero es un supuesto muy ambiguo, muy aleatorio, muy voluble, muy irreal, muy penoso, muy indefinido al que le está pudiendo el “Covid-19”.

Ya sé que el buen fútbol seguirá dependiendo del balón y una buena brújula. Pero también de futbolistas bien orientados, directivos sensatos, y normativas acomodadas a lo que establezcan las autoridades sanitarias que no políticas…