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El que ataca mucho al final no gana

El que ataca mucho al final no ganaTODOmercadoWEB.es
martes 13 octubre 2020, 01:00Editorial
de Manuel Rodríguez
“Un instante de gozo del corazón vale más que dos horas de placer de los sentidos”. (August von Kotzebue).

En 30 de junio pasado, un periodista (Evito decir su nombre y medio) firmó un documento donde aseguraba que el Arsenal de Mikel Arteta no había funcionado hasta ese momento. Sin embargo, el 17 de julio de 2020, en Sport, Guardiola venía a decir que “Arteta está creando algo especial en el Arsenal”. Luego, el 3 de agosto de 2020, se anunciaba el “primer título” como técnico del míster Arteta. Estos detalles con fechas cambiantes tan solo pretenden situar la escena real y cómo en pocos días pueden cambiar los criterios de unos y otros, unas veces con crítica fácil sin perspectivas y con premuras que pueden perjudicar la realidad. Son muestras de las verdades absolutas del fútbol que son todas tan relativas…

De hecho, Arteta fue jugador del Arsenal y allí puso fin a su carrera futbolística. Después estuvo tres años ejerciendo de ayudante de Pep durante más de 200 partidos en el Manchester City. En diciembre del pasado año, el donostiarra regresó a Londres y recondujo al equipo, aunque no lo colocase en los puestos nobles de la “Premier”. Pero resultó que ha ganado la final de la “FA Cup” contra el Chelsea y con ello va a estar compitiendo en Europa, visto lo visto ha ocurrido casi lo impensable.

“El que ataca mucho, al final no gana”, dijo Miguel Indurain con extraña precisión histórica el 5 de julio durante la presentación de una prueba en Barcelona. El ex ciclista repasó los momentos clave de su victoria en el Tour 1995, el quinto consecutivo, admitiendo que “su estrategia de carrera confundió a sus rivales”. Y lo hizo con la perspectiva de una gesta magna realizada 25 años antes. A la pregunta: “A usted le acusaban de no atacar mucho”, Miguel Indurain respondió: “Yo atacaba en las contrarreloj, donde tenía que sacar las diferencias para luego en la montaña llevar mi estilo de carrera. Ese año cambié un poquito la manera de correr al principio y “entonces se descolocaron”. Tienes las ideas del equipo presente, pero en carrera tienes que tomar decisiones”. Y le volvieron a preguntar: “¿La esencia del ciclismo es atacar?” A lo que Miguel Indurain responde con exactitud: “Atacar es una parte de la carrera. A la gente le gusta. Sirve para el espectáculo, y quizás para ganar etapas. Pero para la general, el que ataca mucho al final no gana”. Me parece una visión supina, exquisita, singular y sujeta a una reflexión muy profunda.

También me sorprendieron especialmente unas declaraciones de Ronney, futbolista que fue del Manchester United, cuando valoró las finales de “Champions” de 2009 y 2011 contra los de Guardiola, no se cortó en sus manifestaciones al “The Sunday Times” criticando a su ex entrenador Ferguson: “Se equivocó en ambos planteamientos a la hora de afrontar los partidos ante el equipo catalán: “Fue suicida tratando de presionar alto al Barça de Guardiola”. Y recuerda lo que aseguróAlex Ferguson: “Somos el Manchester United y vamos a atacar, está en la cultura de este club de fútbol”. Y Ronney confirmó: “Creo que todos los jugadores sabían, en el fondo, que era un enfoque equivocado, que estábamos abandonando el camino que nos había traído el éxito en esa semifinal de 2008, y efectivamente las dos veces nos superaron. Fuimos fieles al club, pero luego te sientas y piensas: “perdimos”. En 2009, los azulgranas vencieron 2-0 al United, en Roma, con goles de Messi y Etoo;mientras que en 2011 lo hicieron por 3-1 en Wembley con goles de Messi, Villa y Pedro.

Por tanto, la cuestión no es que las opiniones de Indurain, Ferguson, Guardiola y Rooney sean semejantes o contradictorias. Por mi parte, siempre dudé de las fórmulas únicas ganadoras por lo que el pensamiento de cada cual siempre habrá que tenerlo en consideración pero no son ciencia exacta. Me quedo, de momento, con el dicho de Charles Pinot Duclós: “El idioma del corazón es universal: sólo se necesita sensibilidad para entenderlo y hablarlo”.