Boca ante su semestre más duro

El futuro de Boca Juniors no invita, como sucede con su presente, al optimismo. El empate frente a River es hasta cierto punto una anécdota. Como la igualada ante Racing por la Copa Libertadores en el estreno de los Barros Schelotto en el banquillo auriazul. Lo grave es que Guille haya advertido que "hasta junio seguirá siendo así". Un equipo pobre con unas carencias enormes. Obviamente si funcionara no habrían llamado a los mellizos.

No se puede creer que este mismo equipo hace poco más de tres meses se adjudicara Campeonato y Copa locales. Pocas veces a un técnico como Arruabarrena le ha durado tan poco el crédito. Igual su destino estaba escrito. A la mínima oportunidad Guillermo Barros Schelotto, desde siempre el preferido del presidente Angelici, tendría la oportunidad de desembarcar. Parecía claro incluso cuando dio vida a su fugaz experiencia en el Palermo.

Un Boca saneado económicamente, con una presunta organización seria en el plano deportivo no puede malvivir con un solo "9". Y que además sea Osvaldo. Quien dio vida a un primer ciclo en el equipo caracterizado más por sus episodios extradeportivos que por gestas futbolísticas. Ahora una lesión le deja en el dique seco, igual por sus meses de preparación deficitaria. Sin ánimo de ofender Osvaldo se aproxima a la imagen de ex futbolista. Se hace difícil pensar que pueda reflotar su carrera. Ni en su amado Boca.

No se entiende que no se haya luchado por retener a Calleri, o por buscar otro delantero de área con estos precedentes. No se perciben alternativas en las inferiores y para completar el cuadro, analizando los últimos mercados de Boca, han llegado muchos más laterales que goleadores. Es la triste realidad derivada de una planificación que deja mucho que desear.

Con todo el ambiente pesado que se percibe sólo faltaba la bomba de Adrián Ruocco, el agente de Carlos Tévez, quien en Radio La Red advirtió que si el atacante no se siente cómodo, en junio puede marcharse. "Siempre hay tiempo para irse a China o Arabia", declaró el representante. El nivel del ex jugador de la Juventus, seguramente por problemas físicos y en ocasiones por un exceso de entrega, está muy lejos de lo esperado.

El presente xeneize es complicado y el futuro muy incierto. La necesidad de terminar en la primera o segunda plaza de su zona para optar a una plaza para la Libertadores 2017 (salvo que la conquiste por la Copa Argentina u otra vía) ya hace temer una travesía en el desierto para el próximo ejercicio. Ni siquiera pudo garantizarse la clasificación a la Sudamericana en la final de la Supercopa ante San Lorenzo, cuando el equipo de Guede, experimental, le pintó la cara al cuadro de Arruabarrena. Sí, tal vez para el Vasco la destitución equivalga a "una retirada a tiempo".