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“Europeo 2020” (Aunque se juegue en 2021). Hitos competitivos Selecciones europeas (VIII)TODOmercadoWEB.es
jueves 15 julio 2021, 01:00Editorial
de Manuel Rodríguez

“Europeo 2020” (Aunque se juegue en 2021). Hitos competitivos Selecciones europeas (VIII)

La vida sólo puede ser entendida mirando hacia el pasado, pero solo puede ser vivida mirando hacia el futuro”. (Soren Kierkegaaard).
Este campeonato estaba preparado para que Inglaterra ganase. Ahora se está repitiendo mucho esta frase, y aluden a que le han programado 6 de 7 partidos en Wembley. Nunca me gustaron los “apriorismos”. Porque sería una manera infantil de limitar sus auténticas posibilidades cuando sus partidos los ha ganado con solvencia. “Vivimos en una cultura de culpa. Las personas culparán a cualquiera o cualquier cosa por su miseria antes de asumir la responsabilidad de poseerla y mejorarla”, según decía el Dr. Henry Cloud y Dr. John Townsend. La final quedó concretada en un Italia – Inglaterra. Los que más saben de fútbol, yo incluido, fallamos los pronósticos iniciales donde Francia y Bélgica resultarían finalistas. Pero esta es una buena final, dos buenos equipos, bastante equilibrados en las facetas defensa-ataque y resolutivos al máximo sobre todo Inglaterra que solo recibió un gol en cinco partidos, teniendo unos delanteros eficientes y en número amplio para elegir rotaciones para marcar. Un penalti dudoso contra Dinamarca no debe empañar su trayectoria. Italia me incorporó dudas de última hora porque, contra España, estuvo a merced de ésta con un 70x30% de posesión, con pocas soluciones tácticas y empató por fallo propio de España. Luego ya sabemos, los penaltis son “la lotería” por más que se empeñe Luis Enrique en decir que no. Y es en los momentos de pérdida donde la gente madura aprende para el futuro. Quizás esta pudiera ser una de las mejores enseñanzas para el fútbol: “Céntrese en solucionar el problema, nunca se centre en la culpa. Los problemas sólo se resuelven cuando se buscan soluciones”, según Catherine Pulsifer. Espero que España evolucione favorablemente acogiéndose, además, a la máxima de David Miller: “Si tomas una mala decisión, debes asumir la responsabilidad. Mantén la cabeza en alto, admite la culpa, toma la culpa y sigue adelante. Lo peor que puedes hacer es echarle la culpa a tu equipo por una mala decisión que tomaste”. Porque lo mejor del “Europeo2020” para España es el grado superlativo de aceptación del equipo por el público en general y, lo que es más difícil, por la prensa especializada. Día 11 de julio, Wembley, final del “Europeo2020”, partido Inglaterra – Italia. Casi iniciado el partido los ingleses marcaron un gol muy bonito de excelente jugada por el lado contrario; los italianos no se rindieron y acabaron empatando como ocurriera contra España. Así hasta el minuto 90 y, como tantas otras eliminatorias, continuó un alargue por prórroga de 30 minutos y que resultara con un marcador inamovible y un 65/35% de posesión para los italianos. Penaltis. Tandas irregulares, más las de los ingleses, y los de Italia campeones. O sea, el Torneo no estaba preparado para que ganasen los ingleses. El arbitraje muy bueno, tónica del Campeonato. Es de lamentar que después de un mes de eliminatorias todo acabe en una tanda de penaltis. O sea, el juego del fútbol acaba vencido por una especie de folclore irrelevante para el fútbol como resultan los penaltis. Y ello debería dar que pensar en profundidad para evolucionar un sistema muy cansino y poco evolucionado. Italia ha jugado como equipo, ha rotado con frecuencia, defendió y atacó bien, formaron un bloque de equipo muy interesante, peleando en todo momento con gran constancia. Podemos asegurar que fue un justo ganador aunque por penaltis. Finalizado todo, hay que encontrar otra fórmula más liviana en el asunto de las prórrogas de partido empatado que casi siempre llevan a la tanda de penaltis ( Un tiempo solo de 15 minutos incluso con resolución de “gol de muerte súbita” o “gol de oro” (El primer equipo que marque se clasifica); hubo buen nivel de arbitraje y utilización VAR (Algunos criticaron que hubo demasiados “penaltitos”); mantenimiento de los cinco cambios para rotaciones y 1 más en prórrogas; tiempos muertos de hidratación y aprovechamiento para pautas técnicas; y algo sustancial, el formato “multisedes” incorporó injusticias evidentes (cercanías y lejanías con claras injusticias) que hasta el presidente de UEFA reconoce ahora: “A buenas horas, calzas verdes”.