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Algunos líderes tienden a la humanización de las relacionesTODOmercadoWEB.es
domingo 21 febrero 2021, 01:00Editorial
de Manuel Rodríguez

Algunos líderes tienden a la humanización de las relaciones

“Para liderar a la gente, camina tras ellos”. (Lao Tzu).
El entrenador del Real Madrid, Zinedine Zidane, recibe críticas diversas (5. Febrero. 2021), acerca de la gestión de su plantilla y se enfrentó al periodismo abiertamente en rueda de prensa, hecho poco habitual: “Díganme en la cara: Te queremos cambiar”. Resaltó: “Pido respeto para mí y mi equipo, tan solo hace meses que ganamos la Liga, no hace diez años”. Yo siempre ponderé de este entrenador su excelente manejo de las “rotaciones” que permitió oportunidades a muchos jugadores en una misma temporada. Sin embargo, con 10 puntos por debajo del líder Atlético de Madrid y empatados en segundo lugar con el Barcelona apareció la peor crítica aludiendo a que siempre cuenta con los mismos titulares y no promociona a los jóvenes; justo lo contrario de su mayor virtud demostrada históricamente. Sea como fuere, algunas firmas en redes sociales y ciertos medios de comunicación fuerzan su marcha del Real Madrid. Lo más inaudito que se pudo leer es que “Zidane “maltrata” a sus jugadores” ¿Será una constante del nuevo fútbol? Por lo visto, las trayectorias y los logros pasados no sirven de salvoconducto para nadie y, sin embargo, las masas se dejan manipular con argumentos casi infantiles. “Una gran persona atrae a grandes personas y sabe cómo mantenerlas juntas”, dijo J. Wolfgang von Goethe. Así fue hasta ahora, y de pronto los futbolistas jóvenes se ven alentados por los medios “rebelándose” porque no juegan habitualmente. Para el periodismo, los mejores siempre serán “los que no juegan”, sin duda esta “carne de cañón” es vital para la actividad comercial de la prensa, vetas de conflicto jaleadas para provocar mayores ventas. A estos jóvenes “desagradecidos” se les olvidó el proverbio chino: “Los patos salvajes siguen al líder de su parvada por la forma de su vuelo y no por la fuerza de su graznido”. Todos quieren resultados inmediatos sin haberse forjado como futbolistas sólidos. El entrenador argentino Sergio Hernández (ElPaís, 1. febrero. 2021, Faustino Sáez): “Nadie prefiere ser entrenador a jugador… La esencia del juego es jugarlo… El liderazgo de un entrenador es un servicio. No se trata de mandar sino de intentar enseñar… El puesto de entrenador no es un lugar de poder… Si te conviertes en entrenador porque te gusta mandar en lugar de enseñar, tendrás una carrera corta. La autoridad te da poder después. Un poder sano. Bielsa siempre dice que él trabaja para lograr que le sigan por convicción no por obediencia. Cuando convences la fuerza es tremenda… Aspiro con mis equipos a construir una identidad y ganar y perder con esa identidad. Jugar con personalidad te hace feliz, pase lo que pase. Es más difícil ser uno mismo y tener personalidad que ganar”. Los entrenadores “buenistas” son más proclives a ser criticados por el entorno como si su estilo “laissez faire” (dejar hacer) facilitase la crítica. Sin embargo, dichos entrenadores tienden a la humanización de las relaciones, aspecto que ahora mismo está en recesión para el gran público. Continuaba Sergio Hernández: “Lo primero que hay que tocar es la tecla de la ilusión. Que la ilusión por ganar pueda con el miedo a perder… La motivación esta sobrestimada. Parece que la arenga es fundamental y la realidad es que lo principal es el orden táctico, el jugador quiere esas herramientas de conocimiento del juego. Los golpes de pecho y el “somos los mejores” puede servir en ocasiones como un caramelo, pero no es el camino. La base del liderazgo es el conocimiento no los huevos o la rasmia, como dicen acá”. Se puede ganar o perder en el fútbol, o en la vida, pero a lo que yo personalmente no renuncio es a que los que dirigen en general, a los que me dirigen en particular, mantengan su humildad y me infundan confianza. Mi aspiración es clara, en un fútbol futurible prefiero un sistema de relaciones humanizadas huyendo del “síndrome del capataz”, las actividades relacionadas con la actitud de “dar tralla” van en contra de mis principios: “Si quieres obtener miel, no des patadas a la colmena”