Dani Suárez, el olvidado

No se llama Odegaard. Ni tampoco Markkanen. Ni si quiera es el que más juega del conjunto castillista. De hecho tan solo acumula 576 minutos sobre el verde esta temporada. Su trabajo no destaca tanto como el de sus compañeros, pero siempre está. Les hablo de Dani Suárez. Con ADN blanco, este central madrileño llegó a ‘La Fábrica’ en 2010, procedente del equipo de su pueblo natal, el Aranjuez.

Durante cuatro años formó parte del segundo filial blanco, hasta que a principios de esta temporada Zidane quiso darle la oportunidad con el primer filial madridista. El francés no se equivocaba. Dani Suárez siempre cumple con las peticiones de’ Zizou’, lo que le ha valido para hacerse un huequito en los onces del mítico ‘5’ blanco.

La confianza del técnico en el madrileño es completa, y así se lo ha trasmitido en todo momento. Contundente al corte y seguro en los balones por alto, el central acaba por desquiciar a cualquier atacante rival. Su 1’90 ayuda, claro está. Pero si hay algo por lo que destaca Suárez es por su entrega. Su entrega, y su buen gusto futbolístico. Dani Suárez es de esos jugadores que les gusta sacar el balón jugado, que no se aturde con la pelota en los pies.

Dani es, además, merengue en cuerpo y alma. De los que vive las derrotas del equipo y sufre cuando no puede ayudar a los suyos a conseguir la victoria. Desde bien pequeño mamó el deporte en casa y derrocha madridismo por los cuatro costados. De hecho, su hermano ya formó parte de la disciplina blanca. Carlos, que así se llama, fue alero del Real Madrid durante tres temporadas.

El arancetano es uno de los olvidados de este Castilla. Nadie habla de él y muy pocos sabrían cuando empezaron a leer de quién hablaba. Pero no hay otro como él. Quizá los hay mejores… seguramente, de hecho. Pero no más entregados. No se llama Odegaard, ni falta que hace.