Jesús Sánchez: "Se mire por donde se mire, el Madrid se ha convertido en un equipo fiable"

Jesús Sánchez ha opinado en su blog de MARCA sobre el Clásico. Ha destacado al hombre del partido, Sergio Ramos, y la actitud de ambos equipos tanto en la primera como en la segunda parte. Además, ha hablado de lo que significa este empate y de las decisiones de Clos Gómez durante el encuentro.

Ramos en el Clásico
"El Real Madrid encontró de nuevo a su teólogo particular, al jugador que interpreta mejor el alma del club, para sacar un punto del Camp Nou cuando el Clásico expiraba con un exiguo triunfo del Barça. Falta desde la banda y gol de cabeza de Sergio Ramos, el 'padrenuestro' del madridismo en los últimos años. El tanto postrero del capitán desactivó el intento del Barça de reengancharse del todo a LaLiga". 

La solución de Luis Enrique
"Tras un primer tiempo de marcado color blanco, el equipo de Luis Enrique había recuperado su esencia, a Iniesta, y jugó una gran media hora. Empezó a tejer el juego como en los viejos tiempos. Apostó por la paciencia y el toque, devolvió su gran historia al centro del campo, el lugar de donde nunca tuvo que salir, pero Messi y Neymar no acertaron en las definiciones y el cuento de hadas no dio más de sí". 

La actitud del Madrid
"El Barça dejó el partido pendiente de poner un 'The End' y el Madrid, descompuesto durante algunos minutos tras el tanto de Suárez, apareció en los títulos de crédito, como casi siempre. No dejó de creer, como es habitual. Su fe es indestructible. En ese trance llegaría el momento de su gran predicador y de un cabezazo salvador de Casemiro en el último coletazo azulgrana".

Un empate que sabe a victoria
"Sólo fue un empate, pero tiene un gran valor para el equipo blanco, que conserva su ventaja de seis puntos sobre el Barça y aventaja en uno más al Sevilla, que tropezó ayer. También lo hizo el Atlético. Fue un paso de varias leguas en este campeonato, aunque Zidane, siempre cauto, minimizó su importancia. No le falta oxígeno al Madrid en el viaje por el Everest, la zona más empinada de su calendario. La nieve de tantas montañas está enterrando las suspicacias sobre su supremacía cuando transitaba por la zona valle. Ha dejado atrás dos 'ochomiles', el Calderón y el Camp Nou, ganó donde sus rivales fracasaron, Anoeta, y maneja una ventaja considerable en lo más alto de la tabla. Su racha asciende ya a 33 partidos sin perder, desde abril".

Un equipo fiable
"Se mire por donde se mire, con buenos ojos y con la mirada crítica, se ha convertido en un equipo fiable, que no rehúye el sufrimiento y resiste incluso a sus peores versiones, como la pasada jornada ante el Sporting. Inmune a las bajas -no pudo disponer de Kroos, Bale y Morata-, a presentar un equipo con muchos teóricos secundarios y al cara a cara con sus grandes rivales, es decir, a todo lo que se presume como restas anunciadas, el equipo de Zidane se las apaña siempre para sumar. De eso se trata en la Liga".

Al Barça no le salen las cuentas
"Al Barça, que hizo olvidar por momentos la triste imagen de Anoeta, no le salen las cuentas. Ha cedido ya nueve puntos en siete partidos en el Camp Nou, el escenario donde quizá el fútbol ha sido más feliz en el siglo XXI. El doctor Iniesta, que reapareció y jugó bien, le curó por momentos justo cuando se fue Isco del campo, pero no le dejó a salvó del clásico aguijón de Ramos. No hay vacuna contra esto".

Todavía queda Liga
"Quedan tantas fechas que nada está perdido para un equipo de esta dimensión, capaz de ganar 15 partidos seguidos. Su hegemonía de todos estos años le da crédito ilimitado hacia la remontada. Pero el partido tuvo también otra vertiente. De una manera u otra, al equipo de Luis Enrique le resulta imposible escapar a las dudas. En esta dinámica de resultados, con intermitencias en su juego y sin tanta plantilla como su gran rival porque los fichajes no dan la talla de momento, es complicado saber si el actual Barça puede con ese desafío después del golpe moral del Madrid, del clavo en su cruz que supuso el gol de Ramos".

La primera parte
"Los primeros 45 minutos acabaron como muchas partidas del mundial de ajedrez. Dio la impresión en el primer tiempo de que el jaque sería con blancas. Las sensaciones amparaban al Madrid. Se asomó más por el área de Ter Stegen y pronto, nada más empezar".

Las decisiones de Clos Gómez
En el minuto 2, Clos Gómez, al que los aficionados del Madrid, sin excesiva grandeza, ven como el hombre del saco porque, entre otras cosas, estuvo en la última derrota blanca en Liga, no señaló un penalti de Mascherano a Lucas Vázquez en una jugada bastante parecida a la de la falta de Varane que dio origen al gol azulgrana. Después, el árbitro aragonés tampoco vio un agarrón del argentino a Cristiano, una mano de Rakitic dentro del área y otra de Carvajal tras un centro de Jordi Alba. El miedo es libre, por supuesto. Clos terminó dejando su sello, pero con actuaciones así es difícil que el madridismo se olvide de él, que supere sus fobias de equipo pequeño".

Un Madrid cómodo
"El Madrid andaba cómodo. Apenas tuvo que intervenir Keylor salvo en una parada tras un tiro libre de Messi, que no fue el jugador celestial del Pizjuán. El equipo azulgrana, sin la cocina del centro del campo, se entregaba a la comida rápida. El pase largo, mucho tiempo denostado cuando la posesión era el único credo, fue algo más que un recurso para el equipo de Luis Enrique, que incordió poco a la defensa madridista. El Barça no tuvo el control, salvo en los 10 minutos iniciales. Pulgada a pulgada, con un pequeño gigante llamado Modric, el Madrid le tomó el pulso al encuentro. Le faltó al mejor Cristiano, pese a sus apariciones del primer tiempo, y a un buen Benzema. No tuvo ni lo uno ni lo otro".

La segunda mitad del Barça
"El Barça salió con otra disposición en la segunda parte. Más decidido. Recuperó la iniciativa. Neymar, que había sido derribado por Varane porque es un genio del uno contra uno, botó con maestría una falta que encontró la cabeza de Suárez en el límite del fuera de juego. Nada pudo hacer Keylor ante el remate del uruguayo, tan oportunista como siempre en los Clásicos. A falta de juego, balón parado, un recurso muy productivo en la era Luis Enrique. 
El gol descompuso al Madrid y le sentó de maravilla al equipo azulgrana. Entró Iniesta y el mejor Barça resucitó. Fueron muy buenos minutos de presión y posición, de actitud y posesión. Volvían las señas de identidad azulgranas. Gran dominio. 

Los milagros del Madrid
"El Madrid, que ya no tenía a Isco, reculó y se entregó a un ejercicio de resistencia, como en otras visitas al Camp Nou. Llegaron las ocasiones de Neymar, muy clara tras superar a Carvajal con una facilidad pasmosa, y Messi. El equipo blanco salió vivo de aquellos golpes. Es el momento en el que empiezan a tomar forma sus milagros. Nadie llega hasta el final como el Real. No es suerte ni casualidad. No le busquen explicación. Llegó el cabezazo de Ramos en el minuto 89 tras un toque mágico de Modric. ¿Les suena? No hace falta ni contarlo. Es la historia interminable".