Un diamante en bruto

No suele gustarme mucho los elogios a los chavales jóvenes. No porque no se lo merezcan, sino porque suelen acabar siendo exagerados y con comparaciones casi siempre odiosas. En el Madrid se ha comparado a Robinho con Pelé o a Isco con Zidane, y ya vimos cómo acabó el brasileño –yéndose a pelear el Balón de Oro en un Manchester City preestrellas- y al malagueño intentando conseguir en estos años un puesto en el once que nunca ha tenido fijo.

Sin embargo, Asensio parece tener algo especial, ese aura de futuro crack que encandila al aficionado. No quiero caer en esos elogios desmesurados que critico, pero el mallorquín se está ganando la admiración de los madridistas. Fue la gran sorpresa de la pretemporada, y ha demostrado que el escudo no le pesa con dos goles en los dos primeros encuentros oficiales, ¡y qué dos goles!

El Barça le tuvo fichado, pero decidió no pagar lo que quería el Mallorca y apostar por Douglas –las comparaciones en este caso sí que son odiosas-. Por suerte el Madrid se movió rápido y se llevó al futbolista, al que no hizo falta convencer. Asensio empieza a demostrar por qué en Chamartín apostaron por este chico. Por favor, absténgase de comparaciones con grandes cracks, pero parece claro que el Madrid tiene ante sí, si le cuida, un diamante en bruto.