El tren de Bale

De San Sebastián salió el tren de Bale sin plazas, más lleno que un vagón de metro en una hora punta un día frío y lluvioso. Muchos han sido los despropósitos que se han dicho sobre el galés desde que fichó por el Real Madrid. Que si estaba sobrevalorado, que si era un atleta, que si no sabía jugar al fútbol... ¡Y zas! Bale ha callado la boca a todos a base de goles. Ya fue decisivo en su primera temporada, con dos tantos en las finales de Copa y Champions, y esta campaña ha dado un paso más en su carrera. Solo las lesiones han sido capaces de frenar a la locomotora de Cardiff.

El gol de Bale ante la Real Sociedad mantiene al Madrid en la lucha por la Liga y refrenda su liderazgo en el conjunto blanco. Ahora mismo es el mejor rematador de cabeza de Europa y uno de los pocos jugadores que ganan partidos por sí solos. A falta de Benzema y Cristiano, la única pieza sana de la BBC ha sido el encargado de tirar del carro. El madridismo puede estar tranquilo con Bale. Es un líder. 

A pesar de ello, los habrá que seguirán criticando a Bale en un futuro con el único objetivo de intentar azuzar a la afición contra Florentino Pérez. Al fin y al cabo, la campaña de descrédito que ha sufrido el galés solo ha sido un movimiento más en la guerra contra el presidente blanco. Pero ahora ya están retratados y señalados, no les servirá los argumentos de antaño. Toca renovarse, haters. Mientras, el madridismo se abraza a la Liga tras el gol de Bale y sigue soñando con un doblete que aún es posible. El miércoles toca la Champions y el City de Pellegrini. Y ahí también estará don Gareth Frank Bale.