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Palomar: "La Champions es una competición de momentos y el Madrid es eso, un equipo de instantes"
lunes 8 febrero 2016, 19:36Fútbol
de Celia González
para Bernabeudigital.com

Palomar: "La Champions es una competición de momentos y el Madrid es eso, un equipo de instantes"

Roberto Palomar escribe metafóricamente sobre los socorristas a los que ha acudido el Real Madrid para salir a flote. El periodista, en su columna de MARCA, coloca a Benítez y a Keylor Navas como los primeros salvavidas del equipo blanco, después a Zidane y en el partido ante el Granada, a Modric.

Benítez y Keylor, los primeros socorristas del Madrid
"El Madrid va tirando de salvavidas, de socorristas ocasionales que aparecen puntualmente cuando más se les necesita. El primer socorrista, porque así lo decidió Florentino Pérez, fue Rafa Benítez. Llegó como salvapatrias, con la vitola de técnico moderno y trabajador. Aquello no funcionaba. El Madrid se arrastraba mal que bien porque encontró en Keylor Navas al empleado del mes. Allá donde el Madrid estaba a punto de ahogarse, acudía Keylor con el salvavidas y la boya, en plan vigilante de la playa".

Zidane, el nuevo salvavidas
"Cuando ya no alcanzaba sólo con el portero, corrió el turno en el banquillo. Florentino despachó a Benítez y colocó un nuevo socorrista: Zidane. Su presencia en el estado de ánimo de la plantilla fue inmediato. El buenrollismo se tradujo en un juego más atractivo, burbujeante, con goleadas por doquier y anunció un horizonte despejado y prometedor para el Madrid. Ayudó la bonanza del calendario y seguir la Copa por la tele. La Copa ha sido el único escenario en el que el Madrid no ha encontrado socorrista esta temporada, por mucho que intentara colocarle el muerto al Villarreal y a la Federación".

Modric, el flotador de Zidane en Granada
"Pero hasta el efecto Zidane tiene sus límites. El Madrid ya sufrió ante el Betis y anoche, ante el Granada, pasó las de Caín. El partido encontró a Modric de servicio. Del juego vistoso y chispeante, de la posesión y de las virguerías de los primeros encuentros con Zidane en el banquillo apenas quedaban unos rescoldos. Zizou, como Benítez, necesitaba un salvavidas. Lo encontró en Luka. El croata activó el modo multiusos y con su cuerpo de avispa, su elegante manejo y su inteligencia privilegiada hizo todo lo que tenía que hacer. Incluso perder el balón que le dio el empate al Granada. Pero dejó boquiabierto al personal con el misil tierra-aire que clavó en la escuadra. Tuvo el mismo efecto que lanzar un cabo a un náufrago. Zidane ya tenía su flotador".

El Madrid, un equipo de fugacidad
"El Madrid cumplió el ritual de la temporada. Lo salvó la jugada aislada, el golpe de calidad, la acción escondida. Pero volvió a dar la impresión de ser un equipo cogido con pinzas más que un grupo cuajado, con una idea de juego a la que agarrarse. El Real Madrid se salva por detalles, por acciones aisladas. Un golazo aquí, un paradón allá, un aldabonazo moral en forma de entrenador nuevo... Lo que dure esta forma de ganar es un misterio. Incluso en estas condiciones podría ganar la Liga de Campeones. Ahí no se necesita tanta ingeniería. La Champions es una competición de momentos y el Madrid es justamente eso, un equipo de fugacidad e instantes".