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Lisboa 2014, ¿segundo episodio?

Lisboa 2014, ¿segundo episodio?TODOmercadoWEB.es
© foto de Alessio Alaimo
viernes 29 abril 2016, 11:28Habla el Abogado
de

Dos años después podemos estar cerca del 'deja-vu' de aquella magnífica jornada de 24 de mayo de 2014. Yo estaba allí. Entre muchos motivos, porque era en mi país, en mi ciudad y en el estadio del club del que es seguidora toda mi familia desde siempre. No podía faltar. Y recuerdo muy bien todo, pero en particular del aspecto del que quiero hablar hoy. Estoy obligado a perder la neutralidad que un editorialista debe tener siempre y alentar esto. Quiero a Real Madrid y Atlético de nuevo en la final. No tengo nada contra un Bayern-Manchester City, quede claro. Pero tengo presente cómo me impresionó esa jornada.

Aun siendo de Lisboa vivía en el sur de Portugal hace dos años y salí en automóvil a media mañana con un queridísimo amigo mío italiano. Presidente de un prestigioso club. Parada para el desayuno en la primera área de servicio y primera sorpresa. Hinchas merengues y colchoneros, todos juntos, desayunando tranquilamente, con una atmósfera festiva, absolutamente distendida y cívica. Estupor mío y de mi amigo. Siendo nosotros también aficionados, imaginábamos la tensión que puede haber en una final de Champions, a jugar contra el archirrival local y en la capital del país vecino. Pero no. Todos festejando, nada tensos. Todo el viaje ha sido de un estupor único. La autopista Algarve-Lisboa era un río madrileño. Coches y coches con matrícula española con bufandas de los dos clubes, y en algunos coches, bufandas de los dos equipos. Hinchas de los dos rivales viajando tranquilamente en el mismo vehículo.

Llegados a Lisboa, hemos ido a ver a un queridísimo amigo nuestro, dirigente de uno de los dos equipos. El panorama aún más maravillosamente surrealista. Toda Lisboa coloreada de blanco y rojiblanco, todo mezclado sin la mínima señal de tensión. Familias, mujeres, niños, todos festejando, todos divirtiéndose, todos celebrando un gran día, la alegría de una vida.

Sin proseguir con detalles que pueden resultar aburridos, dogo sólo que hasta el final no se produjo un solo incidente, muestra de el civismo por parte de las dos hinchadas. ¡Un espectáculo! Desde esa noche creo que todos los ciudadanos de Lisboa se han convertido en un poco madrileños. Un honor para nosotros recibir esa final con dos aficiones, con un pueblo que demostraba alegría de vivir con una genuina fiesta. Espero que Milán pueda ser testigo de lo mismo que he vivido. La victoria del civismo y de un pueblo, el pueblo español.

Regresando al sur, pensábamos mi amigo y yo qué podría haber sucedido si a la final hubieran llegado equipos con rivalidad como Olympiacos ante Panathinaikos, Estrella Roja-Partizan, Roma-Lazio o Galatasaray-Fenerbahçe... Y si podemos ampliar el escenario, y pasar de los derbis a los clásicos, Ajax-Feyenoord, Manchester United-Liverpool, PSG-Marsella, etcétera. Por ello toda la vida animaré para que la final de Milán sea madrileña.